24 de julio del 2.002, miércoles
Abro los ojos. Aún es de día. Parece que solo han pasado unos minutos. Me quedo quieto en mi calentito y cómodo saco de plumas. Pero parece que ocurre algo raro, da la impresión de que la claridad del día es mayor ¡Que raro! Al poco tiempo oigo la voz de Quique que desde la…