Ya hacía 2 años que no realizábamos esta interesante travesía. En todo el sur de Alicante no se conoce o, mejor dicho, no existe travesía tan peculiar, bonita, original y fascinante como ésta. Aunque esta vez, y como ya mencioné la última vez que la hice, se incorporaría un pico, una cumbre o culminación nueva a la travesía; con lo cual en vez de 6 picos, subiríamos 7 picos a lo largo de toda la sierra.
Éste pasado 4 de abril, sábado, tal y como estaba dispuesto en el Calendario de Actividades del Centro Excursionista Almoradí, se realizó tal proeza. Partíamos de la misma plaza del pueblo de Abanilla a las 07:42 de la mañana los 6 emprendedores montañeros hacia la culminación de esta empresa que solo 2 de nosotros ya habíamos recorrido: Gonzalo, Tomás, Miguel Ángel, Antonio Manzanera, Adrián y yo.
Salimos de Abanilla en busca del Zulum (632 mts.) y en el camino vimos a un numeroso grupo de gente que se proponía hacer lo mismo que nosotros: de momento subir este pico. Al acercarnos a ellos descubrimos que eran miembros del Club Acclivils de Crevillente y que se disponían, igual que nosotros, a realizar el Abanilla-Crevillente pero sin subir a sus picos o cumbres. Ya camino del Agudo mantuvimos una interesante conversación el Presidente del Club Acclivils, nuestro Secretario David y yo, Presidente del Centro Excursionista Almoradí; sobre la historia, material, anécdotas y técnicas de la espeleología. Después de bajar del hermoso Agudo (715 mts.) un numeroso grupo de gente deambulaba por sus laderas y subía a él, eran del Centro Excursionista de Alicante. Me sorprendió encontrar a tanta gente por estos lugares que antaño solo conocían pastores y algunos pocos locos montañeros de la Vega Baja; es bonito descubrir que cada vez más gente de distintos lugares descubre y disfruta de estas montañas.
De nuevo nos topamos con el grupo de Crevillente, han parado para descansar un poco, antes de llegar al Agudo ya habían parado para almorzar.
Miguel Ángel está muy fuerte, y tira del grupo haciendo casi más rápida y a la vez más cansada la marcha… no es una marcha o travesía para correr, en sí misma ya es lo suficientemente dura como para no tener que correr.
Estamos solos acercándonos al Monte Alto y los chicos ya quieren ir a su aire por la montaña. Han asfaltado parte del camino norte del Monte Alto y casi no lo reconozco, pero era esa la subida al collado y a su P.R.. No comimos en la cumbre del Monte Alto (682 mts.) como habitualmente hacemos en esta travesía, si no que los chicos, al ver que era casi pronto, decidieron comer de camino al San Cayetano.
Ya solo nos quedan las cumbres más altas de la sierra: del Monte Alto bajamos al Puerto del Hondón, único trozo de carretera que tocamos en toda la travesía, y descubrimos a los crevillentinos que se estaban tomando un refrigerio en el Corral del Sastre (ruinas de una casa pegada al puerto); nos invitan a quedarnos pero rechazamos dicha invitación y decidimos seguir sierra arriba en busca del San Cayetano. Los chicos discrepan: yo estoy acostumbrado a hacer la marcha por la misma “cresta” de la sierra haya o no senda en aquel lugar, y otros como Tomás dicen de seguir por el P.R. del Camino de Jaime el Barbudo. Que es casi el mismo trayecto y dirección pero por la parte de umbría de la sierra y más suave. El caso es que cerca de la Cueva de Jaime el Barbudo (mirador) reemprendemos mi antiguo camino hacia el San Cayetano.
No paramos a comer. Antes de llegar al collado justo en la parte norte del San Cayetano, giramos a la derecha en busca de una senda que nos llevará por toda su cumbre hasta la cima (817 mts.); en ella comemos, descansamos, hacemos fotos y me tomo una aspirina para el pronto dolor de cabeza que me había entrado de no dormir bien.
Después de la siesta bajamos rápido y enseguida llegamos a la cumbre del San Yuri (o Juri, 805 mts.) que casi pasamos sin foto y sin tomar nada.
Enseguida bajamos por el P.R. hasta enfilar las empinadas laderas de la cara más oeste de La Vella. Dicha subida fue interesante y se hizo amena con la agradable conversación que mantenía con “Billy” (Adrián) que nos hizo llegar los últimos a su cima pero los menos cansados. Poco tiempo para fotos o tomar algo en la cima más alta de la travesía (835 mts.) y enseguida, por otro P.R. y algo de incomprensible monte a través, seguimos por la casi cumbre del lomo de la Sierra de Crevillente y La Vella hacia el este en busca del nuevo y no por ello menos bonito y formidable pico: El Puntal de Matamoros.
Muy cerca de la Senda Dolça que utilizamos para bajar y desviándonos muy poco llegamos a este original peñasco, parte final hacia el este del lomo de La Vella. A partir de este pico las altitudes bajan de los 500 metros hasta los 0 del mar pasando por alguno de 300 en las alineaciones siguientes a la Sierra de Crevillente. Estamos a 786 mts. de altitud y la cima es algo escarpada y bella; forma una especie de doble cima, rocosa, altiva y llamativa. Nos tomamos algunos dátiles (ya que estamos más cerca de Elche que al principio de la marcha) y empezamos a bajar conectando con la Senda Dolça hacia Els Pontets.
Por suerte el día estuvo medio nublado, con buena temperatura y solo nos bebimos algo más de la mitad del agua que traíamos (de 3 a 5 litros, que te faltan con día soleado y medio caluroso). Las bromas, las indirectas y los corrientes sarcasmos amistosos se mantuvieron en su línea durante toda la travesía; aunque ahora, más cansados, pensábamos en llegar a Crevillente y descansar con el reto cumplido.
Sobre las 19’45 de la tarde entrábamos en Crevillente y llegábamos al poco rato a la Plaza de Fontenay. De nuevo habíamos logrado el reto. Enhorabuena a los nuevos “abanillo-crevillenteros” y Felicidades a los repetidores.