– Día 2 de julio, jueves. Bujaruelo.
Como dice Mario llegamos a mesa puesta sobre las 20:30 de la tarde al Refugio de Bujaruelo. Txell ya hace 20 minutos que nos espera. El Refugio está muy bien: la habitación es para 4 con 2 literas y 1 baño. Solo dormimos Mario y yo, Txell se queda en su furgoneta nueva que se ha comprado.
Hemos tenido un “briffing” con un chico de Sant Cugat que nos ha explicado algo sobre la ruta. Al principio no sabía que la haríamos al revés, en lugar de coger dirección Serradets, iremos dirección a Oulettes, a Francia, rodeando el Macizo del Vignemale. La idea de hacerlo así es porque en Góriz no había sitio para los 3, menos los días 6 o 7 de julio que sí podíamos encontrar sitio.
Esther es la chica con la que he contactado en la web de la Alta Ruta y es la que nos ha reservado los refugios y todo. Ha tenido que llamar varias veces a Góriz hasta encontrar sitio… lo único es que pasaremos por Serradets pero no dormiremos en él.
Hablamos ya de noche los 3 de temas de montaña: desavenencias de los grupos de Facebook, la gente no tiene compañerismo ni la complicidad de un grupo de montaña.
En la cena, nada más sentarme Mario exclama: “Yo a ti te conozco”. Casualidades que nos sientan en la misma mesa con un grupo donde 1 de ellos, con acento aragonés, había estado en el Aconcagua los mismos días que estuvo Mario y el grupo del CEA. Conversaciones amistosas de expediciones, de montaña andinas que hemos subido o visitado. Esto se anima y alegra… Recuerdos de los Andes.
Mañana tenemos una etapa de 6 horas. No muy larga. De Bujaruelo a Oulettes por todo el Valle del Ara y cruzando a Francia, al Valle de Gaube por el Puerto de Los Mulos (2.591 mts.). Bujaruelo está a 1.338 mts. Y Oulettes a 2.151 mts. El buen tiempo persiste. La ola de calor también, pero aquí escribiendo en la oscuridad de la puerta del Refugio de Bujaruelo refresca. Sano frío. La luna llena se resiste a salir por detrás del Mondarruego.
– Día 3 de julio, viernes. Bujaruelo-Oulettes.
Hemos pasado calor Mario y yo esta noche durmiendo en el refugio. No sé como lo habrá pasado Txell en su furgoneta. Nos despertamos antes de las 7 de la mañana. Hemos dormido bien. Desayunamos y nos preparamos las mochilas. Mario sigue diciendo que su mochila pesa mucho.
Txell no aparece. Me acerco a eso de las 07:30 a su furgoneta y la despierto. Después de fotos, despedidas con el grupo y hombre del Aconcagua, salimos sobre las 08:10 de Bujaruelo cruzando su original puente románico. Aunque la ruta nos dice que sigamos por la pista (nos han facilitado un mapa con toda la ruta señalada en el “briffing” de ayer), prefiero hacer este tramo de senda paralelo al Río Ara para poco después coger la pista después de que cruce Puente Oncins.
El Valle del Ara es hermoso y largo, combinando entre prados, gargantas y precipicios, bosques frondosos de pinos, otra vez prados… a la vez serpentea maravillosamente sin saber que te vas a encontrar detrás de cada curva, ni que montañas estás viendo que la rodean. Mientras el Rio Ara baja con agua abundante, generoso. A veces manso como nada más salir de Bujaruelo (1.338 mts.) pero en su mayoría tumultuoso y rugiente, estruendoso.
Después de que la senda acabara en la pista, decidimos seguir otra senda que sale al otro lado y hacer caso omiso a la pista que se eleva por encima nuestro. A pesar de los hitos, es una senda perdedora, que se mete por frondosidades y abruptos terrenos. Después de una importante subida entre piedras y rocas, acabamos de nuevo en la pista. Justo a nuestra izquierda, al otro lado del valle se abre una oquedad con mucha vegetación: es el comienzo del Valle de Otal.
Seguimos la pista sin problemas, metiéndonos en un espectacular cañón que forma el río Ara, y al cabo de un tiempo llegamos al Refugio de Ordiso o del Vado y aquí se acaba la pista, y de repente mirando al norte donde a la vez es la dirección que sigue el valle y recorrido, vemos el alto e impresionante macizo del Vignemale, con algunos neveros que se resisten a desaparecer a pesar del calor. Adivino el Pic deu Milieu delante a la derecha tapando al Montferrat, y al Pico Central y Cerbillona a la izquierda. Entre estos últimos descubro la formidable grieta con neveros en medio de la pared allá arriba, que forma el Corredor de La Moskowa. Hablamos de la montaña y su aspecto. Nos hacemos fotos. Ya comienza a ser impresionante el recorrido.
Seguimos la senda y el valle se abre a la vez que nos acercamos a las faldas del Vignemale, y a la vez que gira a la izquierda y noreste. Hermoso paisaje.
La vegetación arbórea desaparece poco a poco y el perfil del Vignemale cambia a medida que seguimos la senda. Por suerte la senda no es esforzada y va cogiendo altitud lentamente.
Pasamos por otra cabaña donde paramos a descansar y almorzar algunos. Hace minutos que Mario ya me ha dicho que tiene hambre. Es el Refugio de Labaza y el lugar se utiliza como base para subir al Vignemale por el Corredor de La Moskowa.
Aquí comienza a soplar el viento. Abajo hacía más calor. El viento hará que no nos asemos de calor. Pero por ello el día es muy bueno, soleado, solo unas pocas nubes altas delgadas casi imperceptibles, entelan el cielo.
Seguimos camino, casi llana la senda y el ancho valle de alta montaña comienza a girar de nuevo hacia el norte. El G.R.-11 y un grupo de personas se debían hacía al izquierda en busca de un collado que les lleve a Panticosa. Nosotros seguimos recto valle arriba y aquí ya comienza a empinarse y a coger altura escalonadamente. Cogemos una senda a la derecha casi desdibujada; otra senda sigue el valle más abajo y también sigue la dirección del valle arriba.
Buscamos el final de este valle, o su nacimiento, el Circo del Ara, donde se encuentra el Puerto de Los Mulos (2.591 mts.) por el que debemos bajar al Valle de Gaube ya en el Pirineo francés.
Ya lo vemos. Y la subida final desde la base del circo es fulminante de unos 200 mts. De subida empinada y muy empinada a tramos sin descanso. Paramos a comer para coger fuerzas, son cerca de las 13:30 horas. El recorrido por el Valle del Ara ha sido largo pero animado.
Salimos en busca del Puerto de Los Mulos sobre las 13:45 horas y llegamos a él a las 14:30. La senda está bien marcada. Hemos cruzado algún nevero que me ha cegado los ojos. Intentamos adivinar los picos del Vignemale que vemos ahora: ¿Pic du Clot de La Hount? ¿Pique Longue? Cascadas, neveros y riachuelos bajan de ellos.
El Circo del Ara es bonito. Vemos dos sendas más que atraviesan sus alturas y sus extensos canchales: la alta ruta pirenaica (HRP). Sigue haciendo mucho viento en el collado. Imposible la foto. Bajando por el otro extremo, un alemán de avanzada edad y material o equipo dudoso nos hace una foto sublime hacía el Valle de Gaube. El puerto es frontera entre España y Francia, y ahora bajamos por tierras francesas. Ya no dejaremos de pisar tierras francesas hasta que crucemos Tucarroya (pasado mañana), aunque cuando pasemos por Serradets también será por Francia.
La bajada del Puerto de Los Mulos es casi vertiginosa, vertical y muy rápida. Cruzamos algunos neveros y abajo ya vemos la ancha planicie del comienzo del Valle de Gaube. Y ¡Ho sorpresa! A la vez que bajamos, poco a poco se descubrirá la cara norte, bellísima, espectacular, desafiante, inigualable del Vignemale. Fotos y más fotos.
Antes de llegar a la planicie del fondo del valle ya vemos a la izquierda y norte nuestro destino: el Refugio de Oulettes de Gaube (2.154 mts.). Somos unos privilegiaos por el buen tiempo que tenemos (a pesar de la ola de calor) tenemos delante nuestro la cara norte del Vignemale increíblemente despejado. La imagen es única y formidable, soberbia y espectacular: La Pique Longue, Pitón Carré, Punta CHausenque, Petit Vignemale, Glaciar del Petit Vignemale, Glaciar des Oulettes, el Couloir de Gaube… y unas paredes de más de 800 mts. verticales y un desnivel de más de 1.000 metros desde el valle bajo la montaña y las cimas… Hay que verlo para entender y comprender la espectacularidad de este paisaje de alta montaña. Una de las vistas más impresionantes y fotografiadas.
Ya estamos en el singular Refugio de Oulettes. Antes y ahora nos hemos parado a hacer fotos al macizo, a las paredes del Vignemale. Son las 15:30, han sido aproximadamente 7’30 horas n excesivamente duras, para lo que nos espera. El refugio no está mal, pero curiosamente los lavabos están fuera de los aseos: hay lavabos en las paredes de los pasillos, duchas y váteres. La guarda o chica que nos atiende es muy simpática, sellamos nuestros “pasaportes” (Mario se ha dejado el suyo en el coche), tomamos cerveza y dejamos secar ropa y botas. Hasta la hora de la cena (19:00 horas) escribo estas líneas y me aso. Hablamos de la etapa de mañana y las siguientes.
El refugio se llena de gente: vascos, españoles, franceses… Me ha sorprendido la cena, muy buena y abundante: sopa de tomate, arroz, bajocas, pato asado y de postre una especie de manzana verde triturada con azúcar y un barquillo. Salgo contento de la cena. También me sorprenden los váteres ¡N son agujeros en el suelo como en Pinet!
Después de cenar salimos a la puerta del refugio. El atardecer comenzará a cambiar de colores la espectacular imagen del Vignemale. Observamos que aún queda gente en la montaña: 3 montañeros han bajado rapelando los 800 metros de pared de la Pique Longue y ahora descienden maltrechamente por el Glaciar de Oulettes… parece que uno de ellos tiene dificultades y es ayudado por un compañero… el espectáculo está servido.
Para mis fatigados, luchadores e inigualables compañeros de travesía Txell y Mario. Aqui os iré dejando el Diario de nuestra magnífica actividad. Espero que lo disfrutéis