Hemos pasado calor esta noche pero el amanecer nos sorprende con unos colores sorprendentes y la casi luna llena en la cresta de la Pique Longue. Amanecer sobre el Vignemale ¡Increíble! Las vistas siguen siendo impresionantes, el tiempo genial. El despertador suena a las 06:30 y somos de los últimos en levantarnos. Los vascos ya han salido. Desayunamos a las 7 y salimos a las 7:35 pasadas. Nos hemos encontrado con una pareja que hacía la Alta Ruta de Los Perdidos pero en el sentido original contrarío al nuestro. La chica lleva los pies destrozados.
Ahora toca subir la famosa Hourquete d’Ossoue. Por suerte, aunque parece que el desnivel es importante el zigzag de la senda es suave y se hace fácil, contando que todo es subida. Justo hoy hay una carrera de montaña que pasa por aquí y por los altos caminos del Vignemale y está muy transitada. Las vistas en esta subida son excepcinales con las paredes norte del Vignemale. Hermoso paisaje alpino. A la vez, al coger altura vas descubriendo el paisaje, el horizonte del Pirineo francés Valle de Gaube hacía abajo descubrimos un inmenso lago. El día sigue siendo como ayer caluroso y sin una nube, al menos el viento enfría un poco el ambiente.
La subida sin problemas después de los zigzags y una larga recta en altura. A la derecha quedan las altas cimas del Vignemale con sus paredes y glaciares ya nombrados. En un momento descubrimos el Couloir de Gaube, destrozado y discontinuo. Roto por el calentamiento y retroceso glaciar que sufre el planeta.
Ya estamos en la Hourquette d’Ossoue, son las 09:15. Hemos tardado 1’45 horas. Hace viento. Los corredores tienen aquí unos jueces. Paso corriendo como si fuera un participante, me aplauden, me vitorean ¡Que cachondeo!
Llegamos todos, dejamos las mochilas detrás de una piedra y pensamos en subir al Petit Vignemale. Estamos a 2.734 mts. y debemos subir por una fácil senda que a veces se empina pero nada peligrosa. Y en 40 minutos estamos en la cima (3.032 mts.).
Hacemos cima. Hace menos viento pero no calor. Hay una francesa en pantalón corto y tirantes que nos ha adelantado y es la que nos hace las fotos de cumbre. Yo hago más se ve el Balaïtous, Frondella, Gran Facha, Midi d’Ossau… Impresionante. También los picos sobre el Circo de Gavarnié desde los Gabietos hasta los Astazou contando el Perdido ¡Increíble! Ni una nube, ni una niebla… solo el sol que nos quema la vista y paisaje. Pocos minutos más y nos bajamos. Observamos la larga y tediosa fila de gente que recorre el Glaciar d’Ossoue ¡¿son corredores! ¡Vaya tela! La imagen de la Pique Longue altiva, llamativa e impresionante nos atrae. Antes la Espalda y Punta CHausenque. Picudo y sobresaliente, desafiante y bello dentro de la definición de belleza alpina, montañera, de una alta montaña, la Pique Longue merece más de una foto.
Después de una rápida bajada y recoger las mochilas, bajamos a Bayssellance para almorzar y descansar algo. Lo tenemos a 10 minutos mas o menos. El refugio está lleno de corredores y organizadores. Mario se emociona.
Son alrededor de las 11 de la mañana, emprendemos la bajada del Refugio de Bayssellance (2.651 mts.) hacía el fondo del Valle d’Ossoue, al Refugio Grange de Holle (1.495 mts.) a 15 minutos ya de Gavarnié.
Recuerdo esta bajada. Bayssellance también me trae recuerdos de hace 20 años cuando visité por primera vez esta montaña con 19 años con los compañeros del CEA. A partir del refugio la bajada es increíblemente empinada, escarpada, se salva mucho desnivel en muy poca distancia. Tardamos unas 2’30 horas en llegar a la Presa del Embalse d’Ossoue y 2 horas justas en llegar a la bella cascada que hay al comienzo de la empinada senda.
Zigzag interminables. Cruzamos neveros casi eternos. Y en uno de ellos, un rebaño de ovejas pace frescamente. Es un rompepiernas, son unos 700 metros de bajada muy vertical con mucho zigzag. Pero al final te recompensa la visión de la magnífica cascada que da la bienvenida al visitante al espectacular macizo del Vignemale.
Ahora el Valle d’Ossoue se abre en dirección este, Gavarnié. En el fondo, desde nuestra visión, está el pequeñ Embalse d’Ossoue. Debemos llegar hasta allí. Cruzamos el río ya por terreno horizontal por un puentecillo o pasarela de madera y seguimos una desdibujada senda por el lado izquierdo del río hasta las orillas del embalse, su presa y pequeño refugio.
Son las 13:30 cuando llegamos allí. El sol castiga a placer y ni una nube que nos dé sombra. Mario quiere comer aquí. Yo les convenzo para seguir valle abajo para acortar recorrido y comer en la cercana Cabaña de Lourdes (por la que hay que pasar), de la cual tengo recuerdos de haber pasado por allí hace 20 años. Solo son 30 minutos pero con un sol implacable y un poco de subida parece que vamos llegando.
Vemos franceses y gente que se recorren estos camnos y sendas. Niños con equipación de running, de carreras de montaña. Sorprende. Y otros en plan familia, grupos, equipados, domingueros… un poco de todo. Por fin llegamos a la Cabaña de Lourdes la cual parece han ampliado. Dejamos las mochilas y nos acercamos al río cercano a meter los piés en sus frías aguas como quería Mario ¡Que alivio! Estamos justo bajo la palanca o pasarela que después cruzaremos para seguir el camino. Al cabo de poco tiempo volvemos al refugio y comemos.
Cruzamos ahora el verde valle de izquierda a derecha por un puente bajo la presa para llegar a la Cabaña de Lourdes. Desde aquí se sigue todo el G.R.-10 valle abajo por una vertiente del mismo sin bajar a su fondo, a media altura.
Atrás vamos dejando el macizo del Vignemale que poco a poco se va alejando y agrandando a la vez viéndose todos sus picos altos, incluso el Petit Vignemale que subimos. Estamos prácticamente solos y la marcha por la senda se hace larga, larga. En total esta etapa tiene unos 20 Kms.
Después de girar y meternos en otro vallecillo (para llegar a la Cabaña de Lourdes, nos introducimos algo en el Valle de La Canau), el Valle de Sausse Dessus, llegamos a otra cabañita, más pequeña que la anterior, con el mismo nombre del valle. Aquí nos liamos y cogemos una senda que sube algo a la ladera contraria a la cabaña. En el mapa que nos han dado no está claro; faltan reseñas, datos… Al final, al cabo de unos minutos y al ver que no era una senda muy transitable, veo abajo e izquierda otra senda ¡Es esta! Bajamos monte a través y seguimos esta senda. Vemos las marcas del G.R. y seguimos hacía el este en busca de Gavarnié.
A medida que andamos, atravesamos algunos pinares, dejamos atrás, lejos, al Vignemale y llegamos a un punto en que la senda comienza a bajar precipitadamente, nos asomamos a las vistas del nuevo macizo a visitar. Impresionante y único también el Circo de Gavarnié. Mirando hacía el sur descubrimos los Astazous, el Marboré y los Picos de La Cascada… aún no podemos ver el circo entero.
Hay otra cabañita y un corral y a partir de aquí la senda, el G.R., baja rápidamente buscando el fondo del valle… hasta llegar a una carretera que viene de una estación de esquí cercana.
Al llegar a la carretera comienzan las dudas en el mapa viene indicado el bajar por la carretera hacía la izquierda, pero observamos que el G.R. evita la carretera, llega al refugio que es nuestro destino, y solo está a 15 minutos. En el mapa no sale este tramo del G.R. (de la carretera al refugio). Y en otra bajada junto al río llegamos al Refugio Grange de Holle, a las 1800 horas. Hemos estado unas 10’30 hora de actividad, de etapa.
El Refugio Grange de Holle es grande. Hay genre acampada a su alrededor. Nos pedimos 2 cervezas de 75 cl. Y aún nos falta. Nos dan una habitación para los 3 solos. No está mal. La cena no está mal pero la anterior la supera. Otra vez pato. Muy bueno aquí también.
Hablamos con el amigo de Mario que se encontró en el Aconcagua. Nos enseña su libro, su blog y azañas, curioso y genial. Ha visitado mucho mundo e intercambiamos impresiones de Bolivia, Ecuador… me entusiasmo.
Nos vamos a dormir. Sigue haciendo calor y el tiempo muy despejado. No parece tiempo de Pirineos. El calor a mitad del día es insoportable, pero por la noche es casi insufrible… Menos mal que tenemos la duchita de agua fresca del refugio.