Al principio no lo parecía pero iba a ser un día duro, muy duro de sol y calor. De momento esta será la etapa más dura que haremos, y sobre todo será por el implacable sol y el fuerte calor que hemos sufrido.
Intentamos madrugar. Desayunamos en un primer turno sin mucha gente. Solo con otros españoles ruidosos en otra mesa. Salimos a las 07:10 horas. Al sol le costará llegar a darnos ya que el primer tramo es bajar a Gavarnié, pero n al pueblo, al centro, si no pasado en dirección al circo.
Pasamos por el parking de caravanas y al otro extremo encontramos una sendilla y una indicación, giramos a la izquierda buscando el Valle de Gavarnié y su ladera derecha según subes el valle. Hago una foto a los Astazous que sobresalen allá arriba mirando al sureste. Pasaremos cerca de ellos en esta etapa ¡¿Los podremos subir?!
La senda a cierta altura recorre el Valle de Gavarnié en dirección sur, hacía el circo, dejando al pueblo que le dá nombre al valle abajo a la izquierda. Al poco tiempo descubrimos entre la vegetación toda la majestuosidad del Circo de Gavarnié con la Gran Cascada y todos los tresmiles que lo culmina desde El Casco a la derecha hasta los Astazous a la izquierda ¡Impresionante! El Circo de Gavarnié entero sin nieblas, sin nubes… Es un espectáculo soberbio, gigantesco, enorme, magnífico… desde la senda le hacemos fotos. Intento enseñar a Mario a hacer una buena foto con mi cámara, pero no hay manera. Al final Txell después de las instrucciones me hace una foto genial. Vemos un cruce hacía el Refugio de La Brecha (Serradets), no le hacemos caso y seguimos por el sendero de abajo. Al cabo de otro rato veo un sendero que baja al camino del fondo del valle entre algunas casas y algunas especies de cuadras. El sendero se convierte en camino en un prado, y este acaba en otros que buscan un puente de piedra que queda muy cerca río arriba ¡Ya está! Bajamos al puente, lo cruzamos. Y en la otra orilla seguimos el camino valle abajo, como volviendo a Gavarnié. Hasta ver un cartel señalizador de rutas. Antes, desde la senda, hemos visto el zigzag de la senda en la ladera de enfrente (por la que debemos subir) al otro lado del valle.
“Refugio des Espuguettes”, “Hourquette d’Alans” hacía aquí debemos subir. Nos hemos levantado y no hace frío, señal de calor que aún impera o la Ola de Calor sigue. El Valle de Gavarnié es verde como todo el Pirineo francés, pero solo ves el formidable circo cuando te acercas a él (o desde la distancia en el valle) y el valle hace una especie de giro como para mostrártelo. Aún no nos dá el sol, subimos en sombra, pero el día será peligrosamente despejado, soleado, y como ya he dicho, caluroso.
La subida se hace primero en un zigzag por una ancha senda para salvar un desnivel importante, hasta que el bosque se despeja y se abren los prados de altura, muy verdes. Entonces ves allá arriba hacía el oeste el tejado en triángulo del Refugio de Espuguettes, pero aún queda un buen rato. Nos sorprendes las enormes caras norte de los Astazous casi arriba nuestro, y el famoso Corredor Swan en medio formado a trozos. Precioso y espectacular. A su izquierda una picuda montañita, y a la izquierda de ésta la Hourquette d’Alans. Fotos al paisaje ahora que hemos ganado altura: detrás nuestro, al suroeste la Brecha de Rolando y los picos que la rodean arriba del Circo de Gavarnié. También al Taillón y su distinguible forma piramidal, detrás de él los Gabietos. Detrás nuestro más al norte, noroeste la fenomenal imagen del Valle d’Ossoue con el lejano y altivo Vignemale al fondo del todo, tan lejos… y de allá venimos…
Ya comienza a tocarnos el sol cuando llegamos al Refugio Espuguettes. 2027 mts., son las 09:45 horas, hemos tardado desde el Refugio Grange de Holle 2’35 horas, y desde el comienzo de la subida en el fondo del Valle de Gavarnié, 1’45 horas. Parece que estamos fuertes y cómodos.
El refugio está en un balcón privilegiado mirando hacía el Valle de Gavarnié y parte de su gran circo. También la mejor y más formidable vista hacía las caras norte de los Astazous, como dos moles petrificadas, como dos gigantes hermanos impasibles y desafiantes. Hermoso.
Descansamos y comemos algo en el refugio. Parece acogedor y grande. Hay algunos pastores franceses con sus ovejas y perros. Vemos interesados como cuidan del rebaño los dos perros. Nos hacemos unas fotos y salimos hacía la Hourquette d’Alans, collado que se ve al norte de los Astazous, a la izquierda del refugio. La subida es paulatina y menos empinada que la anterior.
Con algún zigzag pero con una buena y cómoda senda de subida, ésta se eleva sobre los verdes prados hacía el collado que forma la Hourquette d’Alans. El sol nos dá en la mayoría de la subida, pero enseguida, en menos de una hora llegamos a dicho lugar. Las vistas son excepcionales. Impresionantes. Delante vemos el formidable Circo de Lausanne, y detrás dejamos el Valle de Gavarnié. Estamos ya a 2.430 mts. Y ya son las 10:30 horas pasadas y el sol, calor y quemazón serán los protagonistas de la etapa a partir de ahora.
Le decimos a un montañero o visitante que habla alemán u holandés que nos haga una foto. Y enseguida sobre las 11 bajamos la senda al otro lado del collado en busca de la Brecha de Tucarroya.
Bajamos por la senda empinada pero enseguida encontramos en una curva de la misma, un hito y otra senda menos pisada que sigue a la derecha por debajo de las paredes, ricos y escarpadas vertientes sur del Circo de Lausanne bajo las estribaciones de las montañas que se alzan entre la Brecha de Tucarroya y los Astazous. De esta manera no bajamos demasiada altura.
La senda siguen en busca de la Brecha de Tucarroya y al cabo de poco tiempo de subidas y bajadas ésta deriva en otra más marcada que sube del fondo del circo hacía la Brecha. Ahora comienza una subida algo escabrosa y esforzada en busca de la escondida Brecha (no la divisaremos hasta que no estemos en ella) y de sus cercanías.
Sobre nosotros y enfrente nuestro el puntiagudo Pico de Pineta, y antes de llegar bajo él, subimos y giramos hacía la brecha para introducirnos en dicha brecha. Y ya después de subir altura y cruzar algunos neveros, llegamos a un balcón sobre el camino de la Brecha donde un abuelo y su nieta franceses descansan esperando la hora de subir. El sol pega de lo lindo y decidimos parara a descansar también después de este último y empinado tramo, antes de comenzar a subir por el interior de la muy empinada brecha.
Vemos como algunos solitarios montañeros bajan de la Brecha. Uno de ellos hace la Alta Ruta de Los Perdidos en el sentido correcto. Y al cabo de poco tiempo comenzamos la subida por el interior de la Brecha (40º-45º) entres dos neveros por una senda terrosa y vertical en el centro de la misma… poco a poco.
Llegados más arriba la brecha parece un recorrido largo, pero no es tanto. Eso sí, muy empinado y escabroso por esta parte francesa. Casi al final, arriba, se empina tanto que hay que trepar algo agarrados a la pared de la derecha (IIº) fácil pero interesante. Yo prefiero meterme en el nevero y rehacer unos escalones en la empinada y buena nieve (sin crampones) hasta volver a la senda casi ya debajo del refugio que corona lo más alto de la brecha.
Mario llega el primero junto al Refugio de La Brecha de Tucarroya a casi 2.700 mts. Seguido llego yo después de animar y ayudar a Txell en el delicado tramo de la trepada.
Estamos en el punto más alto de la etapa. Curioseamos y fotografiamos el pequeño pero muy práctico refugio vivac. Nos hacen las fotos un grupo que baja por la parte francesa. Y llega al tiempo el abuelo con su nietecita ¡Que valientes!
Las vistas hacía el sur, hacía España (estamos en la frontera con Francia, venimos de Francia) son espectaculares: abajo el enorme Ibón o Lago Helado de Marboré con parte de su superficie aún helada, con nieve. Al otro lado el escarpado y vertical Cilindro de Marboré, y a la izquierda del mismo la cara norte, noreste de Monte Perdido con sus glaciares colgantes… y todo esto rodeados de neveros aquí y allá y en lo que es la falsa planicie de lo que es el Balcón de Pineta hacía los Astazous (entre el Lago Helado de Marboré y las faldas del Monte Perdido y el Cilindro) ¡Espectacular, hermoso! Es increíble el paisaje, y es increíble que a pesar del calor el lago siga medio helado ¡Soberbio!
Descansamos poco y enseguida bajamos por la parte española de la Brecha también empinada pero más corta y fácil hasta las orillas del Lago Helado de Marboré. Una vez aquí giramos a la izquierda bordeando el mismo hasta una especie de muro o presilla al otro lado. Caminamos un trozo por la nieve que sigue sobre el lago ¡Aún aguanta!
El lugar y paisaje son hermosos con los Astazous, esta vez vistos desde el otro lado, el lado español, reflejados en las aguas del lago y las curiosas formas de la roca en la cresta y cordal escarpada que une los Astazous con la Brecha de Tucarroya ¡Precioso!
El sol y el buen tiempo (calor y quemazón) imperan en el lugar. Las vistas siguen siendo claras y grandiosas por ello. Antes de llegar a la presilla, seguimos los hitos hacía el este en busca de la salida del valle, a la izquierda, en busca del Balcón de Pineta donde hemos decidido pararnos a comer. Y después de fáciles y horizontales neveros y zonas de rocas gigantes y pequeñas (reconocidas de otras visitas) llegamos al impresionable precipicio rompiendo el terreno horizontal con las magníficas vistas del hermoso y característico Valle de Pineta. Estamos en el Balcón de Pineta a más de 2.600 metros. A las 13:30 estábamos bajando del Refugio de Tucarroya y ahora eran las 15:00 horas cuando nos disponíamos a comer en el mismo Balcón con sus impresionantes vistas. La ruta se alarga en el tiempo… no llegaremos demasiado pronto al Refugio de Pineta a pesar de que todo es bajada ya.
Comemos, descansamos, recogemos agua y admiramos el paisaje. Pero debemos bajar. La bajada ésta ya me la conozco. Ya la he hecho varias veces: es un rompepiernas con un desnivel impresionante y unas vertientes empinadas. El zigzag es interminable hasta casi al Pradera de Pineta en frente de la casona, muy reconocible, del Parador Nacional. De 2 a 3 horas pero podemos tardar más. El sol es implacable. Ya llevamos varias capas de protector. Y comenzamos la bajada.
Atrás dejamos las vertientes heladas del Monte Perdido, Cilindro, Astazou, Brecha de Tucarroya… y vamos al agobiante calor del fondo del boscoso y verde, vivo, Valle de Pineta. Descubrimos un nuevo macizo, montaña: La Munia, como una pirámide esbelta y oscura se eleva hermosa hacía nuestra izquierda, noreste, mientras bajamos.
Voy el primero en esta larga bajada al interior del extraordinario cañón de paredes verticales (sobre todo a la derecha) que forma el Valle de Pineta. Cruzamos riachuelos, regatas donde podríamos recargar agua, pero no la bella y ruidosa Gran Cascada del Cinca, más abajo, casi a pié del circo, anima la desagradable, agobiante y calurosa bajada.
Paro a recargar agua y refrescarme en el abrevadero y fuente abajo, cuando ya he pasado el circo y las empinadas vertientes. Espero a mis compañeros mientras admiro al fondo la abundante agua cayendo de la Gran Cascada del Cinca. Desde aquí la bajada es fácil, muy poco empinada, por una senda que se interna en el bosque. Un hayedo con otras especies, sombrío y vivo. Siempre siguiendo la senda e indicaciones que pone “Pradera de Pineta”.
La senda cruza el camino que te lleva a La Larri y sigue bajando. Se convierte en camino y casi no vemos el Parador entre los árboles. Derivamos en el ya horizontal aparcamiento del camping y zona de esquí invernal, pasando junto a los derrubios y sedimentos de un río Cinca desbordado unos años atrás.
Buscamos el G.R.-11 que nos ha de llevar hasta las puertas del Refugio de Pineta, y desde el aparcamiento sin coches dejamos el río a la izquierda y giramos a la derecha hasta toparnos con un caminillo marcado por las pinturas rojas y blancas ¡Por fín! El mapa que nos han dado no es muy claro.
Pero no todo está hecho. Seguimos la senda por en medio del bosque y casi por la orilla de los sedimentos del Río Cinca. El río debe quedar a nuestra izquierda… y no llegamos. El refugio parece lejos. Mario al cabo de un tiempo les pregunta a una pareja medio perdida también por aquel bosque “El último cartel ponía 5 Km.” ¡Aún!… pero no es verdad, al poco tiempo no topamos con un maltrecho cartel indicando que debemos cruzar el lecho del río, el extenso lecho, para por un camino hacia la derecha, llegar al escondido Refugio de Pineta a 1.240 mts. De altitud.
Son las 7 de la tarde. 12 horas de marcha. 23 Km. De marcha (la más larga) Y las más calurosa. Recuerdos del refugio. Pero en invierno con nieve, nada que ver a lo de ahora. Cenamos a las 8 de la tarde. No hay mucha gente. Casualmente nos encontramos con una pareja de chicos ingleses, los cuales vimos hace 3 días en el Valle del Ara haciendo el G.R.-11 y también con una pareja de mediana edad de Bellver de Cerdanya que nos regala una rica salchicha artesanal.
Estamos muy cansados del sol, calor, recorrido… y después de la ducha y cena nos vamos a dormir entre las 22:00 y las 22:30 horas. Caigo redondo en la muy calurosa litera de arriba de nuestra habitación.
Ha sido una etapa dura, la más dura, y el calor, el sol, ha agudizado esa dureza. Mañana otro gran desnivel para llegar a Góriz… ¿podremos subir, tendremos fuerza para llegar al tresmil de La Punta de Las Olas?…