Relato sacado de un artículo ELORRIETA: SIERRA NEVADA, 1º VIAJE DEL AÑO escrito con el mismo título en el número 2 de la desaparecida revista Centro Verde del Centro Excursionista Almoradí, en mayo de 1.993:
Esta es la primera salida que se proyectó en el Calendario del 93 los días 19, 20 y 21 de febrero. Se llevó a cabo con éxito al poder hacer lo que nos proponíamos, llegar al Refugio Elorrieta.
Salimos viernes 19 por la noche. Tres coches se ponían en marcha con gente del club de montañismo de Formentera, gente de nuestro club y algún escapado de Montesinos.
Ya en la madrugada del sábado 20 llegábamos a Sierra Nevada, donde se pasó la noche en vivac (al aire libre) en una fuente, en la orilla de la carretera a mitad de subida a Pradollano. Después de dormir unas horas largas, desayunamos al lado de la carretera viendo ante nosotros una caravana de coches que subían a “la nieve”. Cogiendo los coches y carretera arriba llegábamos a Pradollano; subíamos hasta el Albergue Juvenil donde dejaríamos los coches y nos prepararíamos para la larga marcha.
Para aquellos que no hayan estado en Sierra Nevada, Pradollano es la zona donde se encuentran todos los hoteles y albergues, se puede decir que es la zona residencial turística de la estación de esquí. No hace honor a su nombre pues se encuentra toda esta zona en cuesta. Esta zona se encuentra más o menos en la parte más alta a unos 2.400 metros sobre el nivel del mar.
Iniciamos la marcha pisando desde el principio la blanca nieve, ya no pisaríamos tierra sin nieve hasta la vuelta al otro día. El tiempo inmejorable nos quemaría con el doble sol que proyecta la nieve sobre nuestra piel. En este primer tramo veíamos la cara norte o más bien a noreste, del alto Veleta. Este primer tramo: Pradollano-Refugio de Las Yeguas, se cruzaría la parte más desagradable de la marcha, no porque fuera peligrosa ni larga, sino porque cruzábamos Borreguiles.
Borreguiles es la zona de esquí de Sierra Nevada, la explotación de esta zona es terrible: los teleféricos llegan desde Pradollano hasta casi la misma cumbre del Veleta, donde cientos de esquiadores se deslizan por sus largas y numerosas pistas. Es una triste imagen para un amante de la montaña.
Esquivando a las decenas de esquiadores, como si estuviésemos toreando a cientos de toros, llegamos al Refugio de Las Yeguas (hoy día desaparecido) donde paramos a descansar y comer. Desde aquí veíamos ya nuestro objetivo, aunque oculto, reíamos y cogíamos el camino a seguir. Después de comer emprendimos la marcha para recorrer el último tramo del día: Refugio de Las Yeguas-Refugio Elorrieta. Éste iba a ser el tramo plenamente de alta montaña; se cruzaron lugares de sol donde la blanda nieve nos impedía seguir con firmeza mientras a nuestros pies se abrían largas rampas hacía abajo; se cruzaron lugares en sombra donde la nieve se endurecía hasta convertirse en hielo y se hacía obligado el uso de crampones. En este tramo fue donde más altura se subió y en donde más se andó. Después de una empinada cuesta llegamos a lo que parecía la cumbre, redondeada y larga, en la que se encontraba el Refugio Elorrieta.
El refugio se encontraba en uno de los extremos y cuando llegamos estaba casi atardeciendo. El refugio se componía de dos partes: la primera parecía un antiguo refugio medio enterrado por la abundante nieve, la segunda tenía dos puertas, una enfrente y otra lateral. Entramos por la puerta lateral, en un extremo del refugio. Se componía de varias habitaciones: la primera era el comedor, donde había una mesa y bancos, y otras dos en las que habían varias literas en las que dormimos.
Desde fuera las vistas eran impresionantes, apoyadas por el buen tiempo que hacia: mirando hacia el extremo este de Sierra Nevada se veían el Veleta y más allá el Mulhacén, caían sobre el bonito y profundo valle de Capileira en Las Alpujarras. Hacia el extremo oeste de Sierra Nevada se veía una parte desconocida para los montañeros que habían venido varias veces a Sierra Nevada; eran las impresionantes vertientes del Cartujo y del Caballo completamente nevadas, colgando en el Alto Valle de Lanjarón.
Recordemos que el Mulhacén tiene 3.478 mts. y representa le centro mismo de la alta Sierra Nevada (sin contar la Sierra Nevada almeriense) y es el pico más alto de la Península Ibérica. El Veleta tiene 3.398 mts. y es el tercero de la península en altitud. El Cartujo tiene 3.152 mts. y el Caballo 3.013 mts. representando el límite occidental de la alta Sierra Nevada. El Refugio Elorrieta a unos 3.100 mts. (3.187 mts. en realidad) es el refugio a más altura de España.
El atardecer en Sierra Nevada fue una maravilla de la naturaleza, cuando el horizonte se tornaba rojo anaranjado, y la nieve variaba entre azul y rosada. La noche en el refugio fue corta para algunos y larga para otros. Recuerdo el gran constipado que cogió “el presi” Vicente Rodes, y como yo, recuperado de mi gran cansancio por llegar hasta esta altura, iba y venía desde la habitación donde estaban las literas que era donde dormíamos nuestro grupo, y el comedor o sala de la entrada lateral que era donde dormía un grupo de Almería, tirados en sus esterillas en el suelo, que eran los que me suministraban las pastillas y remedios para la tos y malestar del pobre “presi”. Lo increíble fue mi recuperación, mientras todos intentaban dormir (despiertos por el toser del “presi”) yo estaba más fresco que una rosa… con lo que me había costado llegar hasta allá arriba. Una vez el “presi” (que le costó más que a mí llegar hasta el Elorrieta) se tomó los analgésicos, pastillas, pudo dormir y dejar de toser; al igual que comenzamos a dormir el resto de los habitantes del refugio… ¡cuántas historietas vividas en las noches de este refugio!
El amanecer nos sorprendió de la mismo forma que lo hizo el anochecer, y un bonito “mar de nubes” se había formado en Las Alpujarras invadiendo el valle de Capileira. Después de desayunar iniciaríamos el camino de vuelta por la misma senda que habíamos tomado para subir, esta vez acompañados por tres montañeros más de Almería, que habían pasado la noche con nosotros en el refugio.
Dejando atrás las peñascosas cumbres que veíamos el día anterior sobre nosotros, cruzamos Borreguiles siempre por el mismo camino dejando atrás el Refugio de Las Yeguas y su laguna, debajo del Veleta. Llegando a Pradollano vimos que la gente había aprovechado el domingo para pasar el día en la nieve, y aquello estaba a rebosar de gente. Quitándonos las botas y el material de alta montaña, montamos en los coches para salir de allí; la misma caravana que el sábado había para subir, la había ahora para bajar, con algún que otro loco al volante. En la autovía de camino a Almoradí se pudieron ver las caras norte de los tres picos más altos de Sierra Nevada: la del Alcazaba (3.364 mts.), Mulhacén y Veleta. Esta última visión de Sierra Nevada se nos quedó grabada en el recuerdo, con ganas de volver el año que viene para recorrer sus blancas pendientes de nieve.