Desde hacía un tiempo que cuando hablaba de montañas hechas en el Pirineo Catalán, los compañeros catalanes se asombraban al saber que aún no había hecho el Puigmal, el pico más alto de Pirineo Oriental (desde la Cerdaña al Mar Mediterráneo), y que verdaderamente no había tenido ocasión de apuntarme u organizar una salida a dicha montaña.
Solo una vez lo hice hace unos años con vivac incluido en su cumbre, pero por aquellos entonces solo Txell se animó a preguntar e interesarse, pero no estaba preparada para pasar una noche a más de 2.900 mts. de altura, con lo que al final la actividad no salió.
Desde entonces no ha habido más ocasiones. Además que la singularidad de la montaña, los puntos de ataque a su cumbre no estaban demasiado claros para mí, como para organizar yo la salida y llevar a los participantes a dichos lugares: el más claro es el Santuario de Núria, pero a este sitio o vas en el tren cremallera o ya ocupas media jornada en llegar desde Queralbs… y después la subida al pico. El otro punto es Fontalba, pero para llegar a aquí no lo tenía claro por lo que había oído referente al estado del camino que sube al lugar desde Queralbs, con muchas curvas, pendientes y en no muy buen estado… así que estuve descartando esta actividad, esta visita al Puigmal desde tiempo sin necesidad ni anhelo de subirlo.
Hasta que este pasado mes de junio Txell y Olga estaban preparando una salida con noche incluida en la montaña y todo. Una de las opciones, de las 2 opciones era hacer la Olla de Núria, todos los picos que rodean la caldera, el valle en forma de circo doble, donde se ubica, en la parte más baja, el Santuario de Núria. Ésta me pareció la mejor actividad ya que dormiríamos en la cima del Puigmal haciendo una marcha casi nocturna hasta ella el sábado, y acabando el domingo haciendo el resto de picos de la Olla. Al final optamos por ésta y el pasado fin de semana 17 y 18 de junio salimos sábado por la tarde los tres en busca de Fontalba y las pendientes del Puigmal. Aunque aún quedaran días hasta la expedición a los Alpes suizos de este verano, esta salida con un recorrido y noche en altura, nos podría servir como entrenamiento, aclimatación… un poco de todo… y parece que sus efectos fueron buenos y esperados.
Conduciendo Txell su furgoneta desde Queralbs en busca de el alto punto de Fontalba, el camino parecía que no tuviera fin, además de estar algo escabroso y empinado en muchas ocasiones. El desnivel salvado entre la población y el collado, el lugar de Fontalba, es considerable. No sé si el Ford C-Max hubiera podido hacerlo sin quemar el embrague.
Pasadas las 8 de la tarde del sábado 17 de junio llegamos a la parte más alta de la pista, a un parking en una especie de alto collado, un lugar medio plano al cual llaman Fontalba. Estamos a 2.070 metros. El día va camino de su fin oscureciendo el cielo con la inminente caída de la noche. Nos preparamos las mochilas y equipamos para realizar la travesía, la marcha, hoy, subir hasta la cima de Puigmal, con un desnivel de poco más de 800 metros entre 2 o 3 horas de tiempo. Se nos hace tarde. El calor de abajo no llega tanto aquí arriba, además de por la altura.
A las 20,50 horas salimos en busca del Puigmal, el cual vemos mirando hacia el noroeste, alto, redondeado, con algunos neveros que aún se resisten a desaparecer, derretirse por el incansable cercano sol del verano. La subida o el camino a seguir es fácil e imperdible: solo hay que seguir la bien marcada en la tierra senda que sigue la subida de la loma, de la ladera que queda a la izquierda desde el mismo Collado de Fontalba. Esta senda sigue en dirección oeste mientras va cogiendo altura, girando hacia el norte en busca de la base del Puigmal. No tiene pérdida pero no será corto.
Mientras la luz del sol va decayendo y la noche va invadiendo al día, la oscuridad hace su juego con la montaña y la vistas, el paisaje. A la derecha, casi detrás, y allá abajo quedará el valle, la olla del Santuario de Núria, pero el resto de paisajes, sobre todo al oeste y norte, quedará tapada por los perfiles de la misma montaña. Hacía el sur aún observamos y admiramos el paisaje, como acaban las montañas del Prepirineo y comienzan las nieblas del interior de Cataluña.
Hemos visto un grupo de gente con ropas de correr muy deportivas que salían en busca del Puigmal poco después de llegar nosotros a Fontalba; y llegados a un punto casi en la oscuridad de la noche, los vemos bajar, corriendo siempre. Será la nota predominante en esta marcha, en esta travesía: ver correr a gente de un lado para otro como entrenándose para esas carreras de montaña.
Ya es noche cerrada. Nos reagrupamos justo en la base de la última subida al Puigmal. Encendemos los frontales por que la oscuridad es total y no quiero perder de vista a las chicas, ni que ellas me pierdan de vista a mí. Esta última subida es algo escabrosa pero se distingue la dirección y marcas del terreno a seguir hacia la cima. Voy el primero. Llego a un punto que ya solo queda caminar por un falso llano cimero en mitad de la oscuridad de esta noche cerrada. Apago el frontal y espero a las chicas que lleguen hasta el punto en que me encuentro. Pronto nos reunimos y en pocos pasos más llegamos a la cima del Puigmal.
Casi, casi que hasta que no nos topamos con la cruz, no llegamos a ver, a pisar la cima del Puigmal… es tal la oscuridad de esta noche cerrada… Estamos a 2.911 metros, en la redondeada y suave cima, pero pedregosa y rocosa, es el punto más alto del Pirineo Oriental desde La Cerdaña hasta el Mar Mediterráneo, y nuestra primera cima en esta travesía en la Olla de Núria. Son las 23,05 horas. Hemos tardado 2 horas y cuarto. Muy buena marcha. Ahora a buscar un sitio, un abrigo, un vivac donde pasar la noche, cenar… hace algo de viento, frío ¿será el Torb que nos querrá acompañar mañana en la travesía? Por suerte justo en la cima no hace tanto viento. Fotos oscuras de cumbre, fotos hacia las luces de los pueblos de la Cerdaña justo al otro lado de la cima por la que hemos aparecido.
La noche ha ido medio bien: con piedras en los riñones (por fuera) y descubriendo que mi aislante nuevo inflable no me cubre las piernas ¡Parece de niño! Pero por suerte no lo necesito más grande, en esta ocasión. El sol hace tiempo que ha salido pero no queremos movernos, es muy temprano. Pero al final salimos de nuestros sacos y nos desperezamos. Observo que otra pareja de montañeros han pasado la noche en otro vivac al sur de la cima; nosotros estábamos casi en el camino de llegada a la misma pocos metros más abajo.
Mientras desayunamos, guardamos sacos y rehacemos mochilas, llegan montañeros muy madrugadores a la cima. Uno de ellos parece oriundo de la zona, ya que sube con ropas nadas montañeras, zapatillas y un hablar cerrado muy catalán… nos explica por donde bajar de la cima para seguir la cresta, loma cimera de picos que rodean la Olla de Núria. Es un curioso y simpático personaje. Y le hacemos caso. Nos hacemos la foto (esta vez de día) de cima en la cruz y cumbre del Puigmal, y emprendemos la marcha girando hacía el noroeste desde la cima, sin confundir las sendas que, al norte y noroeste, bajan al Santuario de Núria. El día es muy bueno, soleado, ni una nube, ni viento… igual nos achicharramos con tanto sol. Aunque por suerte la brisilla de altura nos aliviará a mitad de mañana mientras caminamos por las alturas.
Hemos salido a eso de las 08,45 de la mañana de la cima del Puigmal. Seguimos hacia el norte por la rocosa ladera norte del Puigmal buscando perfiles y el cordal cimero que recorreremos para realizar la travesía. Persisten algunos neveros que atravesamos sin problemas, es para hacer más bonita la marcha, y en seguida llegamos a la base del Puigmal en su norte donde se horizontaliza la loma cimera.
Delante nuestro tenemos un tricéfalo con la loma cimera en el centro: el Puigmal de Llo a la izquierda (ya en Francia), el Puigmal Petit de Segre en el centro y el Puigmal de Segre a la derecha el más alto de los 3. Debemos subir hasta el Puigmal Petit de Segre y seguidamente girar, sin dejar la loma cimera, hasta el Puigmal de Segre a 2.843 mts. Aunque el Puigmal de Llo aparece casi solitario y tractivo a la izquierda, es un pico que ni pasamos cerca; eso sí, lo fotografiamos y admiramos desde la distancia del cercano Puigmal Petit de Segre. Estamos en la cima del Puigmal Petit de Segre, 2.810 mts., el segundo pico del día en la travesía por las cumbres de la Olla de Núria. Es una cima algo desatinada ya que piensas que la cima principal es la primera que te encuentras, pero luego descubres que está al otro lado del alargado promontorio que forma la cumbre con dirección norte-sur.
Seguida y después de un colladito está la subidita por una ladera con algo de inclinación final, la cima del Puigmal de Segre de 2.843 mts. Aquí hemos girado y hemos llevado dirección este, entre las dos cimas del Segre. Llego el primero y me encuentro a un montañero que lleva un mapa Alpina y me pregunta por ciertas cimas y lugares. Al final le pido permiso para hacerle unas fotos a su mapa porque me vuelvo loco el subir tanto pico y no conocer sus nombres. Ni Txell, ni Olga ni yo hemos traído mapa esta vez. La verdad es que es tan orientativa la marcha, que habíamos pensado en que no hacía falta el nombrado mapa… pero claro, otra cosa era conocer los nombres de los muchos picos que íbamos a subir… y eso había que saberlo para nuestro conocimiento.
Txell y Olga llegan enseguida. Nos hacemos la foto de cumbre, la tercera cumbre. La anterior casi nos la pasamos sin hacernos la foto, pensando que podría ser una cota inferior y no tener ni nombre, pero nada de eso… en todos los piquitos con nombre nos haremos una foto de cima y los contaremos dentro del listado de las cumbres que rodean la Olla de Núria. Hemos llegado a las 09,45 horas. Debemos seguir.
El día ya comienza a calentar con este sol privado de menos atmosfera para protegernos de sus rayos y quemaduras. No hay nubes y la visibilidad es aceptable. Observamos como otros montañeros, corredores de montañas han aprovechado el día para entrenarse en esta Olla de Núria… que también dá nombre a un Trail, una carrera, una actividad… A la izquierda iremos admirando el paisaje de La Cerdaña con ese profundo, alto y amplio valle entre Pirineos, mientras que a la derecha unas veces sí y otras no, le iremos dando la vuelta a la imagen del edificio del Santuario de Núria: primero lo veremos por su lado oeste, después el norte y acabaremos viendo su lado este cuando nos acerquemos el mismo después de bajar de las montañas… incluso el suroeste desde el Puigmal, Fontalba y el sureste justo en la bajada del Pic de l’Àliga.
Ahora seguimos por una larga bajada en dirección norte con la mirada puesta en un pico redondeado pero imponente y sobresaliente: el Pic de Finestrelles. Es una larga bajada por una senda muy bien marcada que llega hasta el punto más bajo entre el Puigmal de Segre y el nombrado pico, el Coll de Finestrelles a 2.604 mts. En el que un numeroso grupo de montañeros suben desde el Santuario de Núria con las intenciones de subir aquí arriba y quizás al mismo Pic de Finestrelles. El día es buenísimo e invita a hacer una buena actividad de alta montaña.
Dejamos la cruz y puerta entre países, regiones y vertientes que es el Coll de Finestrelles atrás y comenzamos a subir al Pic de Finestrelles. Delante tenemos el Puig de La Coma de Finestrelles, el cual bordearemos por su lado sureste y no subiremos para acercarnos antes a la cima del Pic de Finestrelles. Esta subidita ya es más larga y esforzada, ya se nota más la marcha recorrida y el cuerpo más cansado. Otro grupo de corredores entrenándose me adelantan antes de llegar a dicha cima ¡¡Son los mismos de anoche!! ¡¡Cuánto correr!! Las chicas no van tan rápidas como yo en las subidas y siempre se quedan algo retrasadas, así aprovecho para hacer más fotos.
La verdad es que desde la parte que se acerca a la cima del Pic de Finestrelles, el Puig de la Coma de Finestrelles no tiene nada de diferenciada identidad, sobresaliente como pico, es solo un punto en la loma cimera algo más roquedo. No nos pareció que mereciera la pena.
Y ya el zigzag final hasta la cima del Pic de Finestrelles en cuya cumbre hay una crucecilla y un montón de piedras a modo de hito principal. Estamos a 2.828 mts., aunque parece más alta que el Puigmal de Segre. Yo llego primero a su cima y acto seguido, pocos minutos después llegan las chicas. Txell ha salido de una lesión y no debe forzar la marcha. Aquí almorzaremos. Ya son las 11 de la mañana. Al ratillo suben aquí todo el grupo que venía desde Núria hacia el Coll de Finestrelles. Es nuestra cuarta cima.
Debemos seguir. Aún nos queda mucha tirada hasta hacer toda la Olla. El cordal que seguimos no baja mucha altura y sigue hacia el este. Es un pequeñísimo subibaja hasta un casi inapreciable Pico de Núria. La senda gira por su derecha, por la vertiente sur con la intención de saltarte este pico. Yo que voy delante espero a las chicas que seguro se lo saltan. Las hago seguirme subiendo una ligera ladera que nos deja en la cima del Pic de Núria, la quinta cima. Pocos metros al sur de la cima, la senda principal pasa saltándose esta cima, como ya he descrito. Menos mal que la foto del mapa Alpina me ha indicado su presencia, casi invisible en mitad de la loma cimera… pero al final tiene su hito de cumbre y todo. Estamos a 2.794 mts. y son las 12 de la mañana, no hemos bajado mucho desde el Pic de Finestrelles.
Una foto de cima y poco más. Enseguida debemos seguir la loma cimera y fronteriza de la montaña para bajar ahora al Coll d’Eina, también llamado de Núria. Éste queda justo al norte del Santuario de Núria, y se llega a él desde el nombrado Santuario por otra senda marcada, como si fuera el camino principal para cruzar a Francia desde este lado de los Pirineos.
La bajada es otra loma sencilla y fácil hasta el mismo collado. Nos saltamos, como hicimos con el Puig de la Coma de Finestrelles, el Pic del Coll d’Eina, ya que aparenta la misma fisionomía que el anterior nombrado pico. No lo contamos como principal y seguimos la bajada por la ancha e imperdible senda. Senda que recorre toda la cima de esta loma que circunda en altura toda la Olla de Núria. Todo muy fácil.
Y llegamos al Coll d’Eina a 2.682 mts., paso entre la Val d’Eina en Francia y el mismo valle de la Olla de Núria en Cataluña. Un poste informativo en el mismo collado así nos lo dice. Paramos poco y seguimos la subida hacía el oeste, sin bajar de la loma cimera ni salirnos del bien trazado sendero, en dirección al Pic d’Eina a la sombra del posterior pico Pic de Noufonts. Esta vez la senda, como en el Pic de Núria, te deja la opción de no subir este pico y pasar por sus laderas sur en busca del collado entre el Pic d’Eina y el de Noufonts… pero hay que subirlos todos. Así que Olga y yo decidimos subir a este sexto pico en la travesía, mientras que Txell, que ya nota más el cansancio y la lesión pasada, decide no subir a éste y guardar fuerzas para el famoso Noufonts, que es el pico siguiente, uno de los más altos y sobresalientes de la travesía y del centro del Pirineo Oriental que casi cierra la Olla de Núria por el noreste.
No es mucho la subida, pero ya llevamos un buen tiempo caminando. Cerca del mediodía de la jornada, el sol nos irá quemando sin saberlo aquellas partes de la piel que hemos dejado desprotegidas de la crema y de la ropa… pero no nos daremos cuenta de las graves quemaduras hasta uno o dos días después.
Llego a la cima del Pic d’Eina, a sus 2.789 mts., sobre las 12,45 horas. Le voy haciendo fotos a Olga mientras llega detrás de mí y a todas las montañas que nos hemos ido recorriendo desde el alto y muy reconocible Puigmal que siempre queda en una esquina del recorrido, en uno de sus lados. Olga llega a la cima. Una pareja que viene del Noufonts nos hace la foto de cumbre. Es nuestra sexta cima. En las fotos debemos utilizar ya las 2 manos para señalar el número de cima a la que corresponde en nuestra travesía. El tiempo es buenísimo; es un verano temprano.
Hacia el norte aparecen unas montañas escarpadas y casi puntiagudas, no sabía que existían tales perfiles tan agrestes y espectaculares en esta parte del Pirineo. Son la Torre de Eina, el Roc del Boc… todos ya en Francia.
La distancia o diferencia entre el Pic d’Eina y el Noufonts no es mucha y tampoco se baja demasiado. Una sencilla marcha y ya estamos en las cortas laderas de subida de éste, uno de los picos más representativos de estas montañas, el Pic de Noufonts de 2.861 mts. Txell nos espera descansando en la parte anterior al punto más alto; parece una especie de esplanada con una verdecilla hierba muy golosa para echarse una buena siesta. Merodeo la zona en plan reconocimiento; paso por el hito que nos indica lo más alto de la montaña… no es nada representativo. Son las 13,20 horas. Nos hacemos la foto de cumbre dejando la cámara en las piedras del mismo hito y mirando hacia el sur.
Desde la cima del Noufonts se abre un nuevo paisaje de alta montaña que intento reconocer sobre todo hacia el este: veo el Pic de l’Infern, Bastiments, Pic de Bacivers… sobre el todo el Pic de l’Infern aparece como un agreste cono puntiagudo rodeado de oscuros escarpes, corredores… precioso.
Debemos emprender la bajada y lo hacemos siguiendo la dirección contraria a la de subida. Esta vez los tres juntos. Debemos bajar al próximo Coll de Noufonts. La senda está como siempre en todo el recorrido, muy bien trazada, reconocible, imposible perderse, y sabemos que siempre debemos de seguir la misma dirección, la que hace la curva o el circo de la Olla de Núria.
El sol quema, hace calorcillo, y hace un tiempo que ya no tenemos agua… aquí arriba es muy difícil o imposible de encontrar agua: las fuentes o riachuelos está por las laderas que van bajando hacia el Santuario de Núria, como es natural… pero cerca del Coll de Noufonts hay posibilidad de acercarse a uno de estos riachuelos y recargar las cantimploras… mientras bajo por la senda en busca del fácil collado, escucho, oigo ese murmullo del correr del agua como si fuera el sonido de la salvación.
Llego al Coll de Noufonts a 2.651 mts., descanso un poco mientras espero a mis compañeras de travesía que como siempre me siguen a unos pocos minutos por detrás. Antes de llegar he visto como un grupillo de gente estaba parada aquí como preparando algo, en reunión, hablando… ¿será el Trail de Núria? Llega Olga y le pido la cantimplora para llenarla de agua, “¡Allá abajo vas a ir!”, “No está tan lejos” le digo. En 15 o 20 minutos bajo al riachuelo de buena y refrescante agua fría, y vuelvo a subir con las cantimploras llenas de ese elemento imprescindible para la vida, para seguir adelante…
Txell ha decido que no puede seguir adelante con la travesía y decide bajarse al Santuario de Núria desde aquí, el Coll de Noufonts. Ella ya recargará su cantimplora en la bajada. No puede más. Está más cansada al salir de la lesión, de una inactividad, y esto ya ha sido una buena paliza. Olga y yo seguiremos hasta el final… ¡Hay que entrenarse para Alpes!
Del Coll de Noufonts nos queda subir a otra nombrada montaña cuyo vértice, cuyo punto más alto, es más bien discutible por aquellos que la nombran… y ahora veremos por qué: es el Pic de Noucreus. La foto del mapa Alpina nos indica que hay una cabaña, una casita por aquí, por el collado, la Barraca de Noufonts. Pero solo están sus paredes sin techo casi arruinadas y mimetizadas con el terreno, la roca de la montaña… casi como si no hubiera cabaña ni barraca… igual sirve para un vivac…
Vemos a algún perdido grupo, o persona que se pierde por las alturas del Noucreus. Desde el Coll de Noufonts es más rápido llegar a la cima del Noucreus. Desde el Noufonts y hasta el Coll del Noucreus (al otro lado de su pico) la dirección que llevamos es sureste. Ya vamos girando, y dándole la vuelta al Santuario de Núria que en ocasiones vemos allá abajo, justo el lado contrario a como lo veíamos desde el Puigmal. Es una travesía curiosa y simpática porque ves cómo vas girando alrededor del santuario, viendo todos sus lados… y la parte sur, la fachada principal, cuando bajas a él… encantador.
Parece que la subida al Pic de Noucreus es algo más esforzada, pero no por la dificultad, si no por el calor y el esfuerzo que ya llevamos de la travesía recorrida. Detrás el Noufonts aparece como la alta y abultada loma de un animal prehistórico y gigante, llamativo y peculiar.
Por suerte comienzan a aparecer nubes por el mismo calor del mediodía pero que no tendrán más consecuencia que la de darnos sombra y refresco en lo que queda de travesía. Llegados a la extensa y alargada cima del Noucreus, espero a que Olga aparezca en ella después de la subida desde el Coll de Noufonts. Una vez reunidos compruebo el desatino en saber cuál es la cima verdadera, el punto más alto del Noucreus, porque me parece que los montañeros siempre se acercan al collado donde están las cruces… que no es la cima. Miro la foto del mapa Alpina y creo distinguir, por pocos metros, cual es la cima… justo el vértice más al norte casi saliéndonos de la alargada cumbre en busca del collado. “¡¿Aquí es?!”, pregunta Olga con sorpresa, “según el Alpina este debe de ser el punto más alto de la alargada cima” (había varios puntos diferenciados por poquísimos metros). Y así pues nos hacemos la foto como la octava cima de la travesía por la Olla de Núria. Estamos a 2.799 mts. en la singular cima del Noucreus. Son las 14,45 horas.
Volvemos a la senda (ya que por este punto que se supone es el más alto del pico, no pasa) y seguimos en dirección este en busca de otro piquito que ni queda muy lejos ni hay muy poca diferencia de desnivel: el Pic de La Fossa del Gegant. Antes y al poco de caminar, pasamos por el Coll de Noucreus, (2.795 mts.) con la siniestra y casi macabra imagen de nueve cruces clavadas en el suelo… ni idea del por qué están ahí. Fotos. La imagen es sorprendente. No me lo esperaba.
Justo arriba del Coll de Noucreus subimos con poquísimos pasos hasta la inerte y no demasiado agraciada cima del Pic de La Fossa del Gegant a 2.808 mts. La novena en la travesía. Son las 15,37 horas. Poco tiempo en la cima, lo justo para hacernos la foto. Vistas hacía el tremendo hoyo de la Fossa del Gegant hacia el sur y sureste. De aquí desandamos los poquísimos pasos hasta las cruces, el Coll de Noucreus para girar completamente en la travesía y comenzar a mirar de volver al Santuario de Núria. De dirección este giramos a sur y suroeste en la cima del Serrat del Mig. Desde aquí tenemos unas preciosas vistas del valle de la Coma de l’Olla hacia el Santuario de Núria y al Puigmal detrás y arriba de la misma construcción.
La senda que ahora sigue por otras cimas pero siempre por lo más alto, recorrerá, con tímidos pasos de roca, las diferentes 3 cimas del Serrat del Mig. Pero nosotros solo nos haremos la foto en el Cim de Rocs Blancs por ser el más reconocido, singular pero no el más alto de los 3. Curioso. El primero de las 3 cimas que aparenta una suave loma, es más alta, el Cim Alt de Les Arques (2.792 mts.). El siguiente, en medio de los 3, es el Cim Baix de Les Arques (2.782 mts.) y al final del Serrat, el más al sur, el famoso Cim de Rocs Blancs (2.784 mts.) donde nos hacemos la foto como la décima cima de la travesía. Son las 15,37 horas. Nos ha pasado otro grupo de corredores entrenándose mientras cruzábamos el Serrat del Mig, de los cuales uno, nos ha podido hacer la foto en dicha última cima. Paramos a descansar y a comer. Hemos comido poco a lo largo de toda la travesía, y aunque no queda tanto, no queremos desfallecer.
Enfrente solo nos queda un pico por subir, aunque el cordal cimero sigue hacia el Torreneules pasando por el Cim de la Coma del Clot: es el Pic de Fontnegra. La bajada es fácil y muy visible en dirección suroeste, hacia el próximo collado de abajo, y bajo la cima del mismo Pic de Fontnegra. Pero al llegar al collado me encuentro con un dilema: a pesar de que la cima está ahí a tiro de piedra, la senda gira a la derecha dejando la cima y buscando el Serrat de La Coma del Clot hacia el Pic de l’Àliga, ya en la estación de esquí sobre el mismo Santuario de Núria. Pensamos que puede pasar por la cima antes de bajar, pero en lugar de seguir este más marcado, me dirijo a otro que se pierde enseguida entre la vegetación arbustiva de la ladera, enfrente y casi a la izquierda. Y entonces por aquí y mote a través llego a la parte sur de la cima. Olga me sigue. Enseguida estamos en la undécima y última cima de la travesía: el Pic de Fontnegra de 2.728 mts… son las 16,20 horas.
Foto de cima, foto al resto de montañas y paisaje, como al último tramo recorrido por el Serrat del Mig y el Noucreus que aparecen más altivos desde este lado. Enfrente y ya de bajada, giramos algo más para coger dirección casi oeste directo, seguimos la senda que nos lleva casi por encima de la parte más alta de este Serrat de La Coma del Clot, que no es más que el cordal que baja desde el Pic de Fontnegra hasta el mismo Santuario de Núria. Las vistas ahora enfrente del altivo, llamativo y corpulento Puigmal son atrayentes, hermosas… hemos empezado por este pico, que queda allá arriba al otro lado, al lado contrario de donde estamos… y entonces nos parece que hemos hecho una actividad fabulosa, genial.
La bajada es rápida. Esta vez Olga va delante y yo la sigo en la distancia. Hago fotos. Ya que de la proximidad del Santuario combinado con el paisaje surgen unas espectaculares vistas. Las montañas ensombrecidas bajo las nubes poco amenazadoras pero presentes parecen gigantes al acecho, centinelas del Pirineo. Precioso.
La senda no pasa por la cima del Pic de La Pala, pero enseguida la pasamos, y el siguiente es el Pic de l’Àliga, que ni nos damos cuenta de la cima ni punto más alto, seguimos bajando como alma que lleva el Diablo. Justo a partir del Pic de l’Àliga la bajada se verticaliza, se baja mucho desnivel en poca distancia. Poco más abajo la senda se ensancha y parece ser un recorrido marcado de los que rodean el Santuario de Núria, pero hace unos zigzags enormes. Entonces encontramos atajos que, por la empinada ladera, cruzan los zigzags por en medio. Aun a riesgo de erosionar más la ladera y de cargarnos más las rodillas, llegamos al final de estos atajos en la misma ancha senda que nos llevará hasta las mismas puertas del Refugio de l’Àliga, a 2.122 mts.
Rellenamos las cantimploras de nuevo con agua fresca y nos remojamos la cara. El sol nos ha dado fuerte, “de valent”. Son ya las 17,10 horas. Descansamos poco, Txell nos debe de estar esperando en el Santuario. Al otro lado del refugio, pasando delante de la fachada principal del mismo con la que nos encontramos, aparece una especie de pista con 2 carriles de hormigón que baja directamente y poco a poco hasta el mismo Santuario de Núria. Me suena esta pista… creo que he bajado por aquí esquiando la vez que vine con Anna… me la tengo que imaginar con nieve.
Y pocos minutos después llegamos hasta el mismo Santuario de Núria. Son las 17,25 horas. Hay gente por todos lados. Los trenes cremallera suben y bajan con ese pitido característico, llenos de gente. Cruzamos las vías al otro lado de la estación y salimos al espacio verde que queda justo delante del imponente edificio… por allí está Txell tumbada en la hierba esperándonos.
5 o 10 minutos de estar tirados en la hierba no vienen mal, después tenemos que recoger y ponernos en marcha… aún no ha acabado la travesía: ahora toca llegar al coche, a Fontalba. Y lo hacemos saliendo por el lado contrario al que hemos llegado al Santuario de Núria, justo pasando por la puerta o fachada de la Ermita de Sant Gil, una pequeñita y cuca iglesilla que queda en una de las vertientes y laderas del valle. De aquí parte una ancha senda que intenta subir hacia el Mirador de La Creu, con unas vistas preciosas del Santuario y su lago que quedarán justo a nuestra espalda, y después seguirá hacia el sur por los perfiles de la montaña, en busca de dicho collado.
Tardamos unas 2 horas. 2 horas interminables que parecía no se acababan nunca buscando el lejano collado. Cada cierto tiempo le decíamos a Txell que ya había estado por aquí “¿falta mucho?”, y Txell siempre nos respondía… “creo que después de ese colladito ya comenzamos a bajar y llegamos a Fontalba”. Después de toda la travesía y recorrido realizado, nos parecía un sobreesfuerzo añadido. A medida que seguíamos por la senda observábamos como los acantilados, las vertientes se empinaban considerablemente hacia el sur, dando un aspecto a la montaña más agreste, más alpino, con la profundidad de la garganta del río que baja del Santuario de Núria, desde el cual oíamos en alguna ocasión el pitido del tren cremallera, sin verlo.
Al cabo de hora y media ya vemos al otro lado del vallecillo al que hemos llegado, los coches y lugar de Fontalba. Ahora solo hay que seguir la senda dando la curva con la forma del valle sin bajar altura para llegar hasta ella. En la subida, en el día anterior, pudimos observar dicha senda que se alejaba al otro lado del vallecillo por el que bajan riachuelos y regatas desde la misma base del Puigmal.
Y ya entre las 20 y 20,30 horas llegamos hasta las puertas de la furgoneta de Txell. Ha sido una actividad increíble y recomendada, pasar por todas las cimas de la corona que rodean la Olla de Núria, y poder comprobar como girábamos entorno al mismo Santuario viendo desde las alturas las distintas partes del edificio. A la vez poder subir, y recorrernos todos esos collados y picos míticos de la misma Olla como el alto Puigmal, el Noufonts, Noucreus… una experiencia para repetirla… eso sí, después nos tuvimos que curar las heridas de las quemaduras que el potente sol nos hizo en las zonas de la piel donde no nos habíamos puesto crema solar.