Otra fantástica visita a las montañas, los rincones verdes de la preciosa comarca de La Garrotxa; y a sus volcanes. Y como no visitar la capital de la comarca, rodeada de pequeñas montañitas, antiguos volcanes, fácil de subir y recorrer pero tan verdes y de tierras tan fértiles. Este será un recorrido fácil, bastante fácil, para que desde las calles del mismo Olot, podamos salir y visitar uno o varios de los volcanes de los que están rodeando la ciudad.
Por eso el pasado 24 de febrero nos acercamos Anna y yo a la capital de La Garrotxa para abordar uno de sus volcanes que circunda la ciudad, y unirlo con un recorrido fácil que nos lleve hasta la Serra de Sant Valentí: el Volcà Montolivet. En las faldas y laderas de este pequeño pero singular volcán, se apiñan las calles estrechas y en cuesta de Olot, y entre éstas un monumento singular también, la iglesia de Sant Pere Mártir, justo por la parte de atrás de esta iglesia y acercándonos a la montaña, encontramos un cartel y una sendilla con escalones de troncos de árboles, muy cerca de los muros de las últimas casas limítrofes. El cartel es un mapa de parte de la comarca con la ciudad en el centro y un “usted está aquí” donde nos dice en que parte del mapa nos encontramos. Aquí hay que coger una sendilla a la izquierda y arriba en busca de la parte más alta de este montecillo, ya es el Volcà Montolivet.
Unos cartelitos bien señalizados nos indican que senda tomar cuando nos encontramos crucecillos, pocos, pero por si acaso, no tiene pérdida. El día es muy soleado aunque algo frio como corresponde a la estación en la que estamos. Seguimos la senda con esos troncos como escalones y pronto nos metemos en un bonito bosque de encinas bonitas y frondosas. Pequeños y bellos rincones. No nos encontramos con nadie. Y justo cuando la subida acaba y se allana el monte, llegamos a la cima del volcán. Y nuestra sorpresa es que encontramos entre la maleza y la frondosidad una vieja torre desusada pero no antigua, circular, con una especie de foso a su alrededor. No sabemos que utilidad tenía esta vieja torre, más bien parecía una especie bunker con mirillas, como nido de ametralladoras o algo así, igual de la pasada guerra civil… aunque ahora le daban otro uso, con una magnífica antena en lo más alto de la torre. Para acceder a la misma hay que pasar una pasarela para salvar el minifoso. Curioso. Estamos a 542 mts.
Desde aquí solamente tenemos que seguir la carena, lo más alto de la montaña que hace un cordal alejándose de la ciudad, hacia el lado contrario, hacia el oeste. Una pista cementada sale de la torre, cima del Volcà Montolivet y baja en busca de un collado en el mismo cordal de la montaña. La pista sigue bajando hacia el pueblo, nosotros ahora seguimos entre caminos y sendas por la parte más alta de esta sierrecilla, verde y boscosa, con sus hermosas encinas y altos pinos, en busca de la Serra de Sant Valentí, montaña aserrada que cruza en perpendicular el cordal por donde andamos ahora, y lugar donde justo acaba ésta.
Mientras caminamos por la parte más alta de esta serrezuela, a caballo entre tierra volcánica y formación pirenaica, ya vemos a otros visitantes que también aprovechan el día tan bueno para correr o tomar el sol por la laderas y sendas de esta montaña. Giramos la vista hacia la izquierda y sur, y admiramos el resto de la comarca de La Garrotxa por esta parte y el próximo barrio de Sant Roc justo debajo, al fondo la reconocible Serra de Marboleny, alta y frondosa. Y en otro espacio abierto en el lugar, observamos mirando hacia el oeste nuestro objetivo, la cima de Sant Valentí y detrás al fondo el alto Puigsacalm incluso con algo de nieve en su cima.
Siguiendo la senda cimera nos encontramos carteles indicadores, nosotros debemos seguir hacia La Pinya o Riudaura, poblaciones y lugares que quedan justo al otro lado de la cima que queremos asolir. Poco después, la senda cruza una zona sombría de enormes y hermosos árboles monumentales. Justo por esta zona dejamos sin visitar y sin darnos cuenta la cima del Puig Cornador que queda a la derecha; a la izquierda la ladera baja suavemente.
Al otro lado del macizo del Puig Cornador, aparece un cruce de sendas en un colladito, es el Coll del Roure a 518 metros. Aquí volveremos para girar por otra senda y seguir hacia el noreste en busca las laderas norte del cordal montañoso que nos recorremos. Y desde aquí también comienza una sinuosa subida hacia ya la parte más alta de la Serra de Sant Valentí.
Anna no quiere seguir justo cuando nos encontramos cerca del colladito cimero del pico Sant Valentí. Decido seguir yo solo y con paso más ligero llego a la cima del pico Sant Valentí, punto más alto de la sierra del mismo nombre, 650 mts., después de girar hacia el norte y monte arriba en el nombrado colladito. Un espacio sin bosque, con prados quemados por el frio, es la tónica predominante por esta parte de la montaña. Hay un mirador y una familia con sus niños y sus perros que han subido hasta aquí desde otro punto diferente de la montaña, pero llegando al Coll del Roure.
Vistas del recorrido realizado en un hueco entre los árboles de la cima: el Puig Cornador en medio y al final el Volcà Montolivet con su antena en la cima, y rodeándolo todo, la ciudad de Olot. Estupenda imagen. Vuelvo desandando el camino antes de que la familia vuelva hasta donde está Anna.
Ahora el camino vuelve a ser tan fácil como en la subida a este Sant Valentí. Hay que recorrer el mismo sendero, desandándolo, hasta el nombrado cruce, Coll del Roure, entre los hermosos y frondosos árboles, encinas preciosas de esta verde montaña. Vale la pena más de una foto. Encantador. La familia con los niños y alguno de sus perros nos han alcanzado, con lo que Anna y yo pegamos una carrera por la nueva senda que sale del Coll del Roure hacia la derecha y noreste, justo hacia la masía que llaman El Puig, ubicada justo al norte del Puig Cornador pero casi en el llano verde fuera de las inclinadas lomas de estas montañas.
Es la ladera norte, verde y frondosa, muy común en esta comarca, de esta montaña. La senda no tiene pérdida hasta que llegamos a los muros o cercanías de las inmediaciones de la nombrada casa. Según el mapa habría que seguir hacia la derecha de la casa, pero la senda, más abajo camino, gira a la izquierda yendo paralela al limite de la montaña casi en el mismo borde con el mismo llano verde, bancal o sembrado, bajando poco a poco pero alejándose de la masía, casi dejándola a la espalda.
En un punto determinado este camino de herradura acaba en otro camino ya transitable para vehículos de 4 ruedas que parece va desde la carretera cercana hasta una linda masía ubicada en un rincón rodeada del bosque de la montaña recorrido. Un lindo y precioso rincón, l’Olivera. Ya en este camino seguimos en dirección a la carretera para buscar la dirección de Olot, y la calle en la que hemos dejado el coche. Cogemos un trozo de carretera en dirección a la ciudad pero enseguida una calle que sale a la derecha y hace curva en lo que parecen son los suburbios de Olot. Hemos dejado a la derecha también el conjunto de casas de El Puig y unas cuadras algo más abajo de la misma. Y ya por estas calles en dirección al centro de Olot o al menos hasta la calle donde hemos dejado el coche.
A la derecha queda un campo verde llano y al otro lado de este la montaña que nos hemos recorrido, no muy alta, simpática pero verde, fácil, culminando con la reconocible antena del Volcà Montolivet muy cerca de la capital de La Garrotxa, Olot.