El día parece que se levanta bueno. Desayunamos con la comida del grupo de Almoradí. Luis Guerrero se quejaría que no le había dicho de llevar comida, pensando que nos abasteceríamos en los supermercados, tiendas o refugios… con Manolet creo que no llegué a hablar del tema comida.
Hornillos de camping, sillas, mesa… todo muy bien preparado para el “campo base” lo tenían éstos de Almoradí. Una buena cafetera italiana y pan tostado en una sartén con tomate restregado, aceite de oliva y companaje… todo un gran y rico desayuno.
Vemos la predicción meteorológica, dan tormentas a media mañana, durante la mañana, a mediodía… son las 8 de la mañana y ya vemos que todo está lleno de nubes que, rápidamente vienen y van, pueden descargar enseguida y salir el sol en cuestión de minutos… es el clima de alta montaña… Pero Luis Guerrero ve que habrán tormentas eléctricas y le entra un bajón y una resistencia a emprender la subida, tremendas. Hablamos con el dueño del camping, con el Refugio Cabaña de Tracuit y el primero nos aconseja no salir por el peligro de dichas tormentas eléctricas, el segundo no es tan claro.
Ya estamos cargados con las mochilas y cerradas las tiendas cuando se pone a llover. Nos refugiamos en el porche del restaurante del camping, se vuelan algunas sombrillas. La actividad pende de un hilo ¿Qué hacemos? Pasa el tiempo y el grupo no ve decisión en mí: no encuentro la solución mientras haya riesgo de tormenta eléctrica, ya que Luis Guerrero se pondría nervioso. Pero al final, como la calma después de la tormenta, el dueño del camping, muy amable, nos dice que hay una cabaña en mitad del recorrido, que si nos pilla una tormenta eléctrica podemos refugiarnos allí. A Luis se le enciende una lucecita, el tiempo mejora deja de llover y hacer viento, y con todo a favor decidimos salir en busca del Refugio Cabaña de Tracuit, algo tarde pero con más seguridad en el cuerpo y en lo de llevar a 7 personas que se inician en la alta montaña alpina con el mínimo de riesgo o imprevistos… ¡¡Salimos hacia el Bishorn!!
Después de la foto de grupo y de salida, bajo un sol que ya comienza a picar pasadas las 10 de la mañana, salimos del parking en dirección a Zinal y enseguida el gps de Vicente le hace doblar a la derecha, ladera arriba… por un camino sin salida junto a una casita particular. Volvemos a la pista asfaltada y decido sacar el mapa y seguir las indicaciones. A partir de entonces encabezaré la marcha hacia la mitad del recorrido en las cercanías del Roc de La Vache.
Miro el mapa pero sobre todo las indicaciones y cartelitos indicadores que me encuentro mientras subimos. Primero sigo por otra calle asfaltada o pista que sale a la derecha de nuevo al poco tiempo de reanudar la marcha por la pista que se convierte en la calle principal de Zinal, por las calles del pueblo, un pequeño recorrido por una zona boscosa junto al pueblo, otro trozo de pueblo, y en una curva de una calle, de otra pista asfaltada, con unos carteles casi invisibles tapados por algo de vegetación, pero bien indicado en el mapa del Tour de la Vall d’Anniviers de hace 14 años, salimos del pueblo por una senda siempre hacia las indicaciones de Tracuit. En un cartelito nos indicará la altura en la que estamos de 1.683 metros, y el tiempo que podemos tardar en llegar al refugio: 4 horas, 30 minutos. ¡¡Vamos allá!!
La senda sube poco a poco por la larga, alta e inacabable ladera del valle arriba de Zinal. Hay que seguir o intentar seguir las señales, marcas dibujadas en partes de la senda, de color amarillo y blanco en forma de rombo. Senda, camino, bosquecillos, prados… me da la impresión de que este recorrido ya lo hice hace 14 años pero de bajada en el Tour de la Vall d’Anniviers. No hay pérdida. Pasamos junto a una casa con vacas en sus alrededores, tenemos que apartar a alguna para poder seguir el camino arriba. Hasta que llegamos a otra senda transversal que recorre la ladera en horizontal y recorre todo el valle a cierta altura: es la senda que viene del Hotel Weisshorn, St. Luc o Chandolin, y se dirige hacia el fondo del valle, hacia el Refugio Cabaña de Mountet.
Al llegar a esta senda nos reagrupamos y seguimos el mismo hacia la derecha, hacia el sur. Hay una gran cascada en las cercanías que hemos estado divisando y observando en toda la subida. Ciertamente el paisaje es fabuloso, típico de un precioso valle alpino, los picos y montañas rodeados de glaciares y neveros se van alzando poco a poco, incluso reconozco el collado del Coll de Pigne, donde estuvimos admirando el paisaje en el Tour de la Vall d’Anniviers, sobre éste el piquito de la Pigne de La Lè. Recuerdos.
La senda comienza a subir por una parte algo más escarpada, como si se adentrase en una especie de canal abierta o ladera entre paredes o escarpes. Estamos justo arriba de la cascada que veíamos durante toda la subida. Subimos dejando a nuestra derecha una gran roca o peñasco que sobresale del terreno, es el Roc de La Vache. Observamos a grupos de gente que bajan por la senda desde el refugio; a partir de esta zona el terreno nos impedirá ver el fondo del valle, con Zinal en uno de sus lados, y comenzaremos a observar la ladera alta y rocosa que nos lleva hasta el alejado Refugio Cabaña de Tracuit. Como nos decían abajo: vemos el refugio allá arriba y parece que está cerca, pero aún queda mucho tiempo hasta llegar a él. Estaremos a unos 2.450 mts., aún quedan unos 800 metros de desnivel.
El día al final se aguanta, hay nubes que nos tapan el paisaje, pero nada de tormentas eléctricas ni de lluvia. Justo en el cruce, dejamos la senda que nos lleva al mirador del Roc de La Vache y al Refugio Cabaña de Mountet, para seguir las indicaciones al Refugio Cabaña de Tracuit que vemos allá arriba, en la roca, muy alto y lejos aún, al final de la verde ladera. Entonces dejamos la dirección sur para seguir hacia el este, noreste, ladera arriba.
Al poco tiempo llegamos a una cabaña, la de Combautanna, no es la cabaña que nos indicaron abajo, pero nos sirvió para descansar un poco y comer algo en mitad de la subida. Pan, aceite y companaje, con espetec y algo de chocolate. Charlas animadas, Roberto ha hecho amistad con David y hablan como si se conocieran de mucho tiempo. Curioso.
Después del descanso proseguimos senda arriba. El camino es fácil y muy intuitivo, no hay nada de perdida, es una amplia ladera que sube con el puntito del refugio al final de la misma allá arriba. Nos queda una hora y media a dos horas para llegar. Las montañas están cubiertas, no podemos admirar y observar esas gigantescas estructuras de la tierra. A mitad de esta subida me quedo mirando hacia arriba a la derecha: se intuye la fabulosa pared del Weisshorn, solo aprecio su base, con pequeños neveros que cuelgan de los pequeños rincones donde la pared no es tan vertical, pero a la vez me imagino el resto de la pared, como una pirámide inexpugnable, oscura e intimidatoria. Fabulosa.
A medida que subimos el frio y el mal tiempo se agrava. Se nota que vamos cogiendo altura. Y ya en pala final hacia la cresta rocosa que nos lleva al refugio, nos tenemos que abrigar y proteger de la poca lluvia que parece quiere caer.
Justo en esta pala de piedras y rocas aparecen los neveros de altura, y a la derecha sobre la cresta rocosa ya próxima, un trozo de lengua glaciar que intenta bajar hacia nuestro lado. Llegamos a la parte más alta de la pala donde hay un pequeño paso vertical de roca con una cadena, dicho paso ya nos deja en la cresta rocosa y pasamos al otro lado de la misma para seguirla hacia la derecha en busca del cercano Refugio Cabaña de Tracuit. El viento arrecia en este collado a 3.250 mts. y el frio se agudiza.
Llegamos al refugio y le damos la vuelta para llegar a su entrada al otro lado del mismo. Desde la entrada se supone que se podría ver las cimas del Bishorn y Weisshorn, pero el tiempo está cubierto y las cimas invisibles a nuestros ojos… solo la cima del Bishorn se dejará ver en un momento lo que quedó de día y otro a primeras horas del día siguiente.
El refugio es fabuloso, como muchos o todos los refugios de montaña suizos. Muy nuevo y práctico. Una placa en la puerta nos dice que se acabó de construir en el año 2.013. Los guardas han tenido un pequeño incidente con los baños y acercándote a ellos, en la parte de abajo, se huele un olor nauseabundo. Pero por el resto es fabuloso. Su comedor es un perfecto mirador con cristaleras hacia el valle de Anniviers, magnífico. Aunque hoy no se viera mucho por las nubes. La cena es a las 18:30 o a las 19:00, y hay dos horas de desayunos según la montaña que quieras subir: para el Weisshorn el desayuno es a las 3 de la mañana y para el Bishorn es a las 7. Me acongojo al saber que desde aquí se puede subir el temido y espectacular Weisshorn.
Poco a poco va llegando el resto del grupo. Tere no está bien y durante el resto de la tarde no se llegará a estar “potable” ¿el esfuerzo? ¿la altura? Cada cuerpo es un mundo. Hemos tardado al final entre 5,30 y 6 horas contando las paradas.
Igual que los baños están abajo, las habitaciones están en la planta de arriba. Ocupamos una habitación entera y ya cada uno coge su sitio. Mañana nos toca el ataque al pico Bishorn. Algunos se han asomado a un mirador cerca del refugio antes de cenar, donde se ve el recorrido glaciar hasta el pico. Sigue haciendo viento en la pequeña explanada delante de la puerta del refugio.
Cenamos los 3 platos y postre de los refugios suizos, y quedamos en poner a una hora los despertadores para que nos dé tiempo a equiparnos y salir en busca de la montaña justo después de desayunar. Con lo que entre las 9 y las 10 de la noche ya nos vamos a nuestra habitación a dormir.