El nombre de esta montaña siempre me ha recordado al continente africano o algo con África. Supongo que es porque parece un nombre sacado de allí muy parecido a “zulú”, o algo así. Pero no, este es el nombre de la montaña o altura más cercana a la población de Abanilla en Murcia.
La gran muralla que se yergue en una misma formación que comprende la Sierra de Crevillente, aunque se podrían incluir otras sierrecitas de más baja altura que desde las inmediaciones de Crevillente hacia el mar, podrían formar parte de esa muralla, lo único que al ser de una altura más modesta, no son tan relevantes o distinguidas como esta de Crevillente-Abanilla, se descubre perfectamente de cualquier punto de la huerta de la Vega Baja que no esté tapado por la Sierra de Callosa o de Orihuela, mirando hacia el norte. Forma como una frontera natural entre los llanos casi a nivel del mar del Camp d’Elx y la Vega Baja, y los valles o comarcas del Vinalopó.
Pero esa frontera, valga la redundancia, traspasa fronteras: desde la cima del Agudo hacia el oeste la formación de la Sierra de Crevillente se denomina Sierra de Abanilla… o al menos así lo quieren los abanilleros, ya es Murcia. Visto desde el ático del segundo edificio más alto de Almoradí, no se distingue la frontera política, todo es la misma formación, la misma sierra… e incluso el llano o plano de la huerta de la Vega Baja sigue desde Benferri, La Murada, Los Vicentes… hacia el oeste, en busca del Campo de Fortuna, pero es el mismo llano, la misma tierra plana que no ha cambiado de forma a pesar de cambiar de comunidad autónoma. Una vez el llano se acerca a las inmediaciones de Abanilla y los límites del cauce del Río Chicamo o Rambla de Abanilla, entonces el color verde de algunos huertos pasa al color amarillo, terroso, blanquecino de una tierra seca, subárida y a la vez el terreno deja de ser más horizontal y llano para encontrarnos con desniveles, barrancos, ramblas con cauces secos de paredes verticales a los lados, montecillos y lomas que irrumpen en la monotonía del llano de las huertas venidas de la Vega Baja.
Se distingue perfectamente el final de la formación de la Sierra de Crevillente justo en la misma población de Abanilla, y a poca distancia de dicha población, un piquito de aspecto gris por el lado sur pero sobresaliente con respecto de los perfiles orográficos de alrededor, eso sí, con más altura que el resto de picos desde el Agudo hasta Abanilla: es el Zulum. Frontera oeste de esa gran muralla geográfica que en este punto ya no separa comarcas, si no vistas y rincones.
A pesar de estar dentro de la Comunidad Murciana, la incluimos en la sección de la Sierra de Crevillente por compartir la misma formación, alineación, orografía… que la muralla de la Sierra de Crevillente hacia el oeste, incluyendo al Monte Alto y al Agudo… además por ser el punto de partida de la famosa travesía por dicha sierra, no con el nombre de la sierra, si no con el nombre de las localidades desde las que se comienza y se acaba: Abanilla, Crevillente.
Curiosamente en ninguna de las nombradas travesías especifica claramente el recorrido para subir al Zulum desde Abanilla… con lo que me dispondré a exponerlo. Las primeras cosas que nos llaman severamente la atención cuando nos acercamos a Abanilla desde Benferri en coche, y tenemos casi en frente o a la derecha esta montaña, es la enorme cantera que queda en su lado derecho, este, una cantera que ilegalmente ya ha traspasado y subido a los límites cimeros de la montaña, y que afea, desaprueba, tal actividad con esta o cualquier otra montaña, de la manera y forma tan explotada como lo hacen… cuesta defender la roca, la forma y perfil de la montaña, de la Naturaleza, de la Tierra, cuando chocas contra aquello tan superficial y antiguo como la costumbre de explotar de cualquier manera el trabajo y abuso de nuestro planeta a cualquier precio para obtener una ganancia artificial, superficial también, como es el dinero, el lujo… es una verdadera pena… y las leyes murcianas son las más Piratas de la península… Otra cosa que sobresale es su aridez en sus suaves y bajas lomas, laderas de la montaña que miran hacia aquí, hacia el sur, son bastante subdesérticas, sin vegetación casi y de un color terroso claro, amarillo, marrón claro e incluso blanquecino… como si hasta el color de la tierra se haya ido con la poca vegetación que tenía. Y otra es una espléndida aguja en su flanco este, una roca vertical que recuerda a los gendarmes de la Sierra de Gredos, con una pared recta y blanca de roca caliza que le dan un toque casi alpino a este paisaje, escarpado y espectacular… aguja la cual por cierto nunca nos atrevimos a abordar, y que casi la tenemos que tocar para subir a la cima del Zulum.
Tierras de cárcavas, cactus y vegetación subárida, las que están a las puertas de los desiertos, ese es el paisaje cuando estamos llegando a Abanilla, y casi todos los alrededores de la población, menos las altas faldas que se acercan a la cima del Zulum, las cuales supieron repoblar de pico carrasco hace años para evitar la desertización y erosión a gran escala. Una vez llegados a Abanilla debemos cruzar todo el casco antiguo, el centro de la población, y aparcar en los alrededores de una plaza en forma rectangular y en pendiente, quedando la parte peatonal de la misma, en el centro, con calles y asfalto en cada lado. Es la Plaza de La Lonja, y se llega a ella pasando por la Calle Mayor de Abanilla… todo esto siempre opcional, ya que la idea es pasar justo por la parte de atrás de la localidad, y cuando digo atrás es la que queda al otro lado del depósito de agua que queda en lo más alto del pueblo, en el lado este del pueblo.
Una vez llegado a esta parte, se baja por una calle dejando a la izquierda justo el montecillo con el depósito de agua y a mano derecha aparecerá un camino asfaltado o calle que sale en dirección opuesta al pueblo, como alejándose del pueblo. Seguiremos por este camino en dirección este dejando poco a poco el perfil de la montaña a la izquierda y norte… aún no nos subimos a lomos de la montaña a pesar de que el cordal montañoso ya sale desde la misma localidad de Abanilla hacia el este en busca del pico Zulum… la primera vez que lo intentemos sí que lo hicimos así, pero recuerdo que no había senda o marca clara para llegar al lugar, y tardamos mucho más tiempo metidos en una especie de laberinto de lomas, terrenos secos y ramblillas, barrancos, un subibaja interminable… por eso las siguientes veces ya lo hicimos por el camino asfaltado que os indico.
Desde la Plaza de La Lonja es fácil: se llega hasta la parte más alta, seguimos en la misma dirección por la calle que sigue buscando lo más alto de la misma, cruzamos al otro lado sin cambiar de calle (ya no estamos en la plaza) y comenzamos a bajar a la vez que giramos a la derecha. A los pocos pasos aparece esta calle, camino asfaltado en busca de las faldas sur o de los campos, invernaderos, de la ladera de la montaña, del Zulum. No tiene pérdida.
Al cabo de un tiempo ya vemos y tenemos casi delante a la izquierda, la mole del Zulum que antes veíamos desde el coche. Al poco de seguir caminando por esta pista asfalta (hace muchos años era de tierra), atravesamos una gran rambla que viene de la montaña, justo viene de una de las laderas del Zulum. Al otro lado de la rambla sale un camino a la izquierda, antes maltrecho, que ya gira en busca de las alturas de la montaña. Seguiremos por aquí.
A la derecha queda un “huerto solar”, placas solares para aprovechar el calor y sol que siempre hace en estas laderas y lugares y convertirlo en electricidad. Una instalación nueva que hace años no existía. Al cabo de otros pasos hacia la montaña, nos aparece otro camino de herradura que gira a la izquierda como en busca de la base de una gran torre de electricidad de alta tensión. Pasamos entre la torre y las cárcavas verticales de la gran rambla que nos queda a la izquierda. Y al otro lado de la torre de alta tensión, desaparece el camino que se convierte en una senda que comienza a introducirse en las laderas oeste de la misma mole del Zulum, y a meterse en la montaña… nos hemos ahorrado todos esos subibajas del cordal que comienza (o acaba) en la misma Abanilla hasta el pico, rodeándolo por la parte sur… no sé si actualmente habrá algún P.R., senda o recorrido que desde el mismo Abanilla nos lleve sin tener que pasar por este camino asfaltado feo y desolador…
Una vez estamos en esta senda solo es seguirla en dirección a la montaña, viendo como sube a la vez que gira con la misma forma y perfil de la mole del Zulum, de la montaña, dejando el barranco a la izquierda. Barranco cuya fisiología hemos podido disfrutar con ese aspecto que le da el clima subárido de cárcavas y terreno subdesértico. Hay algún zigzag o paso de roca, balconcito, mientras seguimos la senda por la ladera de la montaña. Pero ahora, a la vez que la senda se introduce en la montaña e intenta darle la vuelta de forma que, a la vez que sube, gira y se queda en su lado norte, va cambiando el clima, la vegetación, de tal modo que en la parte de atrás del Zulum, la ladera norte, hay un simpático y verde bosquecillo de pino carrasco que contrasta notablemente con la aridez del terreno anterior… a veces da la misma impresión como de encontrarse un oasis en medio del desierto, según lo verde y húmedo que esté, si ha llovido lo suficiente días atrás…
No nos desviamos por ninguna otra senda con la que nos encontremos, ya que realmente solo nos topamos con un cruce de sendas (sendas que sean notables y no camino de cabras), justo en una de las zonas más frondosas de este bosquecillo de pino carrasco, y es justo la senda que seguimos cuando nos dirigimos al Agudo o a las montañas entre el Zulum y el Agudo, como en la travesía Abanilla-Crevillente. En este caso, si estamos haciendo dicha travesía debemos girar en este cruce una vez bajamos de la cima del Zulum, pero si no la estamos haciendo y queremos volver al coche, a Abanilla, debemos seguir la senda sin girar por esta otra… mientras seguimos la senda de la derecha dejando la que se aleja a la izquierda, para seguir flanqueando la boscosa, o al menos más verde, ladera norte, noreste del Zulum. Es como si estuviéramos rodeando la mole de la montaña para subirla por el lado contrario al que llegamos, pero por la parte más alta de la misma; del lado suroeste al lado este, pasando por el norte.
Justo estamos ya en el flanco o ladera este, la que mira al fantástico peñón, aguja, gendarme calizo, y justo dejando ésta enorme roca puntiaguda a nuestra espalda, la senda deja de girar o de seguir a la misma altura del perfil de la montaña, cuando hace un giro hacia arriba y comienza a subir entre los pinos en busca de la cima del Zulum.
En poco tiempo y metros, pasando por algunos puntos algo escarpados y verticales pero nada difíciles, llegamos a la roqueda cima del Zulum a 623 mts. La cima es un grupo de rocas rodeadas de pinos y bosques. Hay que dirigirse hacia el otro extremo, la parte oeste de la cima, donde se encuentra el pilón o eje geodésico; punto más alto de la cima del Zulum.
Si el día es claro tenemos unas magníficas vistas a caballo entre las montañas y lugares de Alicante y Murcia, hacia el oeste todo lo que se ven son sierras y rincones murcianos. Destaca la magnífica Sierra de La Pila con su puntiagudo pico bicéfalo hacia el noroeste. Abajo hacia el oeste, hacia el norte, un campo de bad-lands propios de desiertos o lugares próximos a desiertos, el nombrado “Paisaje Lunar”, donde el terreno se descarna de vegetación, casi de vida, y la erosión es enorme, gigantesca, creando un laberinto de cárcavas, barrancos, barranquitos, ramblas… típico de cualquier lugar con características climáticas similares, como el Desierto de Tabernas en Almería, pero en este caso rodeado de lugares y montañas con un clima Mediterráneo más moderado y acorde. Desde la Sierra de La Pila hacia el noreste, también tenemos la Sierra de Quibas, Barinas, Cantón… y justo entre nosotros y El Cantón, la zona del nacimiento del Río Chicamo, como una especie de oasis de Oriente Medio, en el que entre las grietas de la montaña sale esa agua clara bajando como un riachuelo, enclavada en un paisaje donde se mezcla la aridez del terreno alejado del verde y húmedo de lo que se encuentra en el cauce, encajado, del Río Chicamo. Excepcional. Hacia el sur desde el suroeste hacia el sureste, el llano de la Vega Baja con la alargada Sierra de Orihuela justo al sur, y la solitaria y pequeña, vista desde aquí, Sierra de Callosa en medio del llano de la huerta, de la Vega Baja, al sureste, al final de la Sierra de Orihuela. Mirando hacia el este toda la muralla y perfiles del resto de la sierra hacia el Agudo, viéndose el nombrado pico magnífico, precioso, en medio de esos perfiles y diferentes montecillos, valles, crestecillas calcáreas, lomas… con su vegetación que lucha contra la desertización… puede que esta sea la mejor vista desde el Zulum, la que vemos en dirección al Agudo que nos asombra, nos abruma, cuando nos queda toda la sierra, muralla o montaña por hacer, hasta Crevillente, en la fantástica Abanilla-Crevillente.
Después de admirar el paisaje tenemos que bajar y volver al coche. Lo que hacemos es desandar el camino. No es un recorrido circular, y es una bajada rápida… para acabar podemos tomarnos alguna cerveza en Abanilla, ya que la aridez y calorcillo del lugar, seguro que nos invita a hacerlo. Es una montaña singular y curiosa, lástima por la gran cantera que la está destroza en uno de sus lados, pero bien por la pasada repoblación de pinos carrasco para evitar la desertización… un oasis en medio de ese “Paisaje Lunar”.