Después de redactar mi primo Miguel Ángel González su guía para realizar la travesía Abanilla-Crevillente, y preparar, organizar la primera travesía, poniendo puntos de avituallamiento o mejor dicho, de recogida, por si alguno de los participantes se quería retirar… la realizamos el pasado viernes santo 29 de marzo de 1.991. De la que puedo decir que por suerte, eso de poner puntos de recogida o apoyo por si alguno de los participantes quería retirarse en mitad de la dura marcha, fue un verdadero acierto, y me vino muy bien porque yo no la acabé, retirándome en el puerto del Hondón, con un extenuante cansancio.
Pocos años después, la fama de dicha travesía se hacía épica, interesante y atractiva para muchos de los viejos y nuevos montañeros que comenzaban su iniciación en la media y alta montaña; pero la veían muy dura para hacerla en un solo día. Con lo que el 1 de mayo de 1.993 junto con los pocos socios o simpatizantes de aquellos años en el Centro Excursionista Almoradí, entre ellos Samuel y dos amigos de Los Montesinos, organizamos la travesía pero para hacerla en dos días, de sábado al mediodía a domingo al mediodía, pasando una noche en vivac en lo que considerábamos que era la mitad de la actividad, de la travesía: la cima o las inmediaciones del Monte Alto. Lo curioso es que no hice ni una foto y salvo la descripción en el relato de la Revista Centro Verde, apenas tengo pruebas de ella.
3 años después, también en un viernes santo de 1.996 pude realizar y finalizar exitosamente con mi primo Miguel Ángel, la travesía entera en un día de Abanilla a Crevillente, y de esta travesía sí tengo fotos. A partir de ahí hubo una pausa en el tiempo para realizar la dura actividad, hasta llegados a mitad de la década del 2.000, con los relatos, artículos, guías y álbumes de fotos que ya conocéis… comenzando por la Abanilla-Crevillente del 2.006.
Con lo que me gustaría al menos enseñaros, descubriros los inicios en mi vida montañera, de esta actividad, con el relato escrito en la revistilla Centro Verde y, como no tengo fotos de aquella actividad, asociarlas con las fotos de mi primera travesía completa en un día de la misma. De esta manera os expongo el texto del relato con la actividad realizada el 1 de mayo de 1.993 con las fotos de la travesía (sin relato) del 5 de abril de 1.996, mi primera Abanilla-Crevillente… aquí os dejo la idea:
Relato sacado del artículo ABANILLA-CREVILLENTE escrito con el mismo título en el número 4 de la desaparecida revista Centro Verde del Centro Excursionista Almoradí, en octubre de 1.993:
El día 1 de mayo salen de Almoradí dos coches que llevan a los cuatro montañeros que realizarán la travesía. Después de tomar algunas cañas y de despedirnos de la gente, salimos aproximadamente a la una de la tarde en dirección al primer pico de los seis que debíamos subir. Atravesamos zonas medio desiertas. Por empinadas sendas llegamos a las dos del mediodía a la cima del Zulum (624 mts.). La cima es un conjunto de peñas rodeadas por un joven bosque de pinos.
En una hora comimos y descansamos, y a las 15:00 horas emprendimos la segunda etapa, Zulum-Agudo. En ella cruzamos bosques que, a veces, nos impedían seguir pues la senda estaba obstruida por ramas y matorrales. Bien con el sol acalorándonos, bien con la lluvia refrescándonos, llegamos a la cima del Agudo (725 mts.). Sin darnos tiempo a descansar, una negra nube de tormenta se acercó amenazadora hacia nosotros; sugerí que nos bajáramos rápidamente a la Casa del Agudo, por si acaso. Pero ya bajando la lluvia hizo acto de presencia y antes de llegar a la casa ya íbamos calados hasta los huesos. Encendimos fuego en el improvisado refugio mientras fuera llovía a cántaros. Dos montañeros y un chaval de Centro Excursionista de Crevillente habían corrido la misma suerte y también se refugiaban en esta casa abandonada. Mientras cada uno contaba sus historias montañeras fue dejando poco a poco de llover y cuando nos dimos cuenta la noche había caído sin poder llegar al Monte Alto, donde pretendíamos pasar la noche. Al final, una estrellada noche había quedado y desde el mirador cercano se veía toda la Vega iluminada.
Al otro día, después de desayunar, seguimos hacia el Monte Alto, esta vez por un camino bien definido. Al cabo de unas dos horas y cuarto llegamos a la cima del pico (682 mts.) a las 11:00 horas, y sin tiempo para descansar, bajamos al Puerto del Hondón.
La cuarta etapa (Monte Alto-San Cayetano) sería de las más duras al subir la larga y empinada cuesta del San Cayetano, en donde nos bebimos toda el agua que nos quedaba. Aquí a 817 mts., la parte más bella de la Sierra de Crevillente se mostraba ante nosotros.
La suave marcha entre el San Cayetano y el San Yuri, aunque pesada por el cansancio y la sed, terminó al llegar a este pico de 803 mts. Luego bajamos hasta unas casas en la sexta etapa: San Yuri-La Vella.
Por suerte dimos con una casa en la que había un pozo y pudimos llenar las cantimploras. En la cima de La Vella (835 mts.) descansamos y comimos algo para seguir por la cima de la sierra hacia Crevillente. Llegamos a Crevillente a las 4:30 de la tarde, con media hora de retraso sobre el horario previsto.
Los cuatro montañeros eran: Venancio y “Cajas” de Montesinos, Samuel y Terrés del CEA.
Ayudados por la guía que Miguel Ángel González realizó en 1.991.
Relato sacado del artículo DE ABANILLA A CREVILLENTE escrito con el mismo título en el número 5 de la desaparecida revista Centro Verde del Centro Excursionista Almoradí, en febrero de 1.994:
En el artículo pasado hablamos de las anécdotas de la travesía, ayudados por la guía “De Abanilla a Crevillente” que Miguel Ángel González realizó en 1.991. Aunque dicha guía es para hacerla en un solo día, con un total de 12 horas, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde.
Poco a poco los montañeros de la zona intentan hacer la travesía. Han oído hablar de ella y les llama la atención y les impresiona. Así pues, los montañeros del Centro Excursionista de Crevillente la realizan todos los años pero sin subir a los 6 picos con los que nos encontramos: Zulum (624 mts.), Agudo (725 mts.), Monte Alto (682 mts.), San Cayetano (817 mts.), San Yuri (803 mts.) y La Vella o Crevillente (835 mts.). Es pues la travesía más llamativa y larga al sur de Alicante, dividida en 7 epatas seguidas: 1º etapa: Abanilla-Zulum, aquí se empieza subiendo al primer y más bajo pico de la travesía. 2º etapa: Zulum-Agudo, el subibaja de la cresta de la sierra y el bosque que se come parte de la senda y lo hace más cansado. 3º etapa: Agudo-Monte Alto, aquí se puede hacer noche en la abandonada Casa del Agudo. 4º etapa: Monte Alto-San Cayetano, se baja al Puerto del Hondón y se sube la larga cuesta del San Cayetano. 5º etapa: San Cayetano-San Yuri, es la más corta y descansada. 6º etapa: San Yuri-La Vella, por el camino medio asfaltado de la cara norte. 7º etapa: La Vella-Crevillente, la más larga, se baja siguiendo la cresta de La Vella hasta el camino de Los Molinos.
A pesar de que no son altivos montes, el desnivel y la longitud de la marcha nos demuestra que es una travesía algo dura, recorriendo sus 32 kilómetros aproximados de montaña entre Abanilla y Crevillente (con las últimas travesías en las que añadíamos el pico Puntal de Matamoros, como séptimo pico, el recorrido aumentó a 35’5 kilómetros). Especial para entrenamientos de resistencia. A pesar de todo es una marcha que merece repetirse.