Gredos es la sierra más alta e importante junto con la Sierra de Guadarrama, la mal llamada “Sierra de Madrid”, del Sistema Central en la Península Ibérica. Hay otras muchas más sierras y formaciones en el Sistema Central, cordillera que atraviesa la misma Península Ibérica desde su centro entre Soria y Guadalajara (uniéndose a el Sistema Ibérico) hasta casi el Océano Atlántico ya en Portugal, pero estas dos sierras y sobre todo la de Gredos, que con “El Pico del Moro Almanzor” son las más alta y espectaculares de todas.
La Sierra de Gredos se sitúa en la provincia de Ávila, cogiendo parte de la provincia de Cáceres al sur con la preciosa comarca de La Vera al suroeste de la misma sierra. Los compañeros del Centro Excursionista Almoradí eran muy asiduos de visitar esta sierra y lugar, pero justo en la población de Guisando, al sureste de la misma, en el lado que da a los espectaculares Galayos y a la cumbre de La Mira, al este de la misma sierra. Recuerdo aquella exitosa excursión en la que unas 70 personas organizadas por Senén, viajaron hasta la población en el puente del Pilar de 1.992 para pasar unos días en las famosas Cabañas de Guisando… pero a la parte central o más alta de la sierra, donde se encuentran los picos de más de dos mil quinientos metros, y su cima más alta, el picudo Almanzor de casi dos mil seiscientos metros, ya no era tan habitual la visita de éstos, aunque si bien es cierto que sí se hicieron visitas al Refugio Elola junto a la Laguna Grande de Gredos y al mismo Almanzor en grupos reducidos y sobre todo en invierno, ya que las condiciones invernales sen la zona son de alta montaña pura y dura.
Es por eso que nos decidimos en el año 2.001 a visitar esta zona, refugio y sierra con la intención de subir al nombrado pico más alto de la misma. Ese año las nieves y el frio se adelantaron, y ya a principios de noviembre las primeras nevadas de octubre cubren gran parte de las montañas de la península. Con lo que tendremos una actividad casi invernal o al menos en parte con las condiciones de frio y ciertos rincones helados, pero no con el riesgo o dificultad total de condiciones invernales.
Así pues aprovechando el puente del 1 de noviembre salimos en busca de la cara norte de la Sierra de Gredos que enlaza con la meseta norte de la Península Ibérica. Desde la población de Hoyos del Espino, puerta de Gredos, sale una carretera hacia el sur, hacia la sierra, que te deja en unos kilómetros en lo que llaman La Plataforma, un parking y zona al final de la misma carretera que recorre parte del norte de la Sierra de Gredos.
Curiosamente Hoyos del Espino como otros pueblos de la fabulosa Sierra de Gredos se encuentran en una fosa entre dos sierras, la principal de Gredos al sur y la de Piedrahíta, La Serrota y de La Paramera al norte. Dicha fosa es surcada por dos famosos ríos que, naciendo en el centro entre los dos sistemas de sierras, salen cada uno en dirección contraria: son el Tormes hacia el oeste y el Alberche hacia el este. Dicha fosa o altiplano se encuentra a más de 1.500 metros en su parte más alta, justo en el puerto que une las dos cuencas de los ríos, y en general es de un perfil no demasiado abrupto, con lo que las condiciones invernales y en general son bastante frías, continentales, dando un aspecto nórdico, alpino en cuanto a vegetación y características en ciertas épocas o estaciones del año. Singular y atractivo lugar.
La Sierra de Gredos es totalmente de granito, con la espectacularidad que esta roca da a los escarpes y esos perfiles agrestes típicos de este tipo de alta montaña con agujas, torres, paredes y puntiagudos picos como el mismo Almanzor. También tocada por la erosión glaciar con las formas que le da al terreno como esas lagunas de alta montaña como la misma Laguna Grande de Gredos y otras repartidas por otros puntos altos de esta Sierra de Gredos, los cuales en los Pirineos llamaríamos ibones o estanys; así como el Circo glaciar de Gredos. Con lo que el aspecto y paisaje que nos encontramos en la alta Sierra de Gredos es muy escarpado y espectacular, con agujas, torreones, paredes verticales… un claro ejemplo son Los Galayos cerca de La Mira, lugar que esta vez no lo visitaremos; pero sí podremos disfrutar de otros sitios y puntos como la espectacular cresta del Cuchillar de Las Navajas, Los Tres Hermanitos, el Cuchillar de Cerraillos… y los mismos perfiles del mismo entorno y base del alto Almanzor.
La Plataforma se encuentra en el lecho de un vallecillo a unos 1.750 mts. Es un parking alargado cogiendo la forma del valle. Debemos salir de aquí e ir en busca de la Laguna Grande de Gredos y el Refugio Elola o Laguna Grande a 1.945 mts. El desnivel es muy poco pero la distancia es apreciable, con subidas a laderas a una altura de 2.170 mts. por una senda muy señalizada y transitada en la que no hay pérdida, es el Camino a La Laguna Grande, el P.R. AV-17. Llegamos a mitad de mañana. El día es increíble, muy soleado y no tan fresco. Hay nieve pero no abundante, en según qué partes de la montaña. Los días buenos de sol han derretido gran cantidad de la nieve caída en los días lluviosos y fríos de octubre. Ahora con el veranillo que a veces tenemos en noviembre, el implacable sol y buen tiempo ha derretido parte de esa nueva nieve caída.
Nos equipamos y salimos de los coches en busca de La Laguna Grande de Gredos por la senda o nombrado camino señalizado. Éste sale hacia el suroeste siguiendo el cauce del barranco y luego gira hacia el oeste subiendo por la ladera del vallecillo hasta unos llanos o planos en la parte alta, a la derecha según llegas a La Plataforma. Es el Reguero Llano. Desde aquí dejaremos al fondo y a nuestra espalda un alto pico: es el otro extremo de la Sierra de Gredos, La Mira. Justo en esta parte las laderas de la sierra son altas suaves lomas, como si fuera un extenso altiplano cuya forma y amplitud te impiden ver las alturas más cercanas que rodean la Laguna Grande de Gredos. Tienes que seguir caminando por la señalizada senda y una vez comiences a bajar por el siguiente valle, una vez hemos cruzado entre las dos Cuerdas del Cueto, que es el cordal que limita el valle que sube a La Laguna Grande de Gredos, ya comienzas a vislumbrar al impresionante espectáculo de las crestas, farallones, torres y agujas de la Sierra de Gredos.
Dos altos picos resplandecen por encima del resto: el Almanzor a la derecha arriba del lugar de la Laguna Grande, con su típica y reconocible forma piramidal agreste acabada como en dos puntitas, teniendo justo a si izquierda el Collado Bermejo que lo separa del Cuchillar de Navajas; collado al cual se ve perfectamente la pala blanca ancha de nieve que llega hasta él; y La Galana, 30 metros más bajo que el Almanzor, más a la derecha aún y casi ya acabando el alto cresterío de la sierra hacia la derecha; reconocible por ser una montaña compuesta por tres cimas, con la más puntiaguda y alta en el centro. Y allá abajo queda como encajonada la Laguna Grande de Gredos, como una pequeña extensión toda nevada y sin espacio para rocas o perfiles distintos a la blanca nieve… un paisaje alpino y precioso, que, junto con este día de sol y buen tiempo, lo hace excepcional.
Ahora toca bajar por la misma senda hacia el fondo del valle que tenemos a nuestros pies a la vez que nos acercamos a las orillas de la encajonada y preciosa Laguna Grande de Gredos, para ello la senda gira hacia el sur yendo paralela a la dirección del valle, adhiriéndose a las vertiginosas laderas del valle quedando el fondo del mismo a la derecha, pero acercándonos a su lecho a medida que avanzamos por la misma y vamos bajando altura. Otro pequeño giro más adelante cambiando de dirección suroeste y poco a poco vamos bajando, buscando las orillas de la fantástica y nevada laguna.
Aquí ya es todo roca madre, rocas que bajan de las montañas movidas hace milenios por aquellos gigantescos glaciares, rocas de color oscuro por el negro granito, pulido y moldeado por el tiempo y sus inclemencias. Llegamos a las orillas de La Laguna Grande de Gredos y casi que la tenemos que rodear para llegar hasta el Refugio Elola o Laguna Grande, ya que se encuentra en el otro extremo, para que a la hora de salir hacia las cimas de la sierra, ya tengamos directamente el camino y ascenso desde la misma puerta del refugio.
El Refugio Elola o Laguna Grande se encuentra a 1.945 mts. de altura poco más alto que las orillas de la laguna que le da nombre. No es un refugio muy grande pero es acogedor y simpático. Las vistas desde el mismo hacia la laguna y entorno de la Sierra de Gredos son preciosas, aunque las alturas quedan tapadas por los mismos perfiles de la profundidad del valle.
Después de acomodarnos y dejar las mochilas, nos abrigamos al atardecer para salir y deambular por los alrededores de la Laguna Grande de Gredos. Ver como las montañas cambian de color a causa del ocaso, con esos tonos anaranjados, marrones para ir pasando al gris oscuro, negro de la oscuridad que avanza, no tiene precio en la alta montaña; entre las nieves que quedan, las cuales juegan al escondite con las rocas y peñascos de las graníticas paredes de Gredos. Precioso.
Al otro día ya tocaba madrugar y subir al objetivo de este viaje: la cima del Almanzor; con lo que enseguida y ya amanecido, salimos del refugio en busca del famoso Collado Bermejo. El día de nuevo es soleado y buenísimo, al menos con los primeros rayos de sol, pero creo que nos acompañará esta bonanza el resto de la jornada. Alejado un poco del refugio, por un hueco entre los perfiles de la montaña, le hago una foto a la extraña pirámide picuda y acabada en dos piquitos del Almanzor. Extraordinaria montaña la cual hace honor al nombre y adjetivo de “pico”. Los primeros rayos de sol iluminan sus paredes y perfiles cimeros, el resto de la montaña aún está sumida por las sombras de la oscuridad con los matices inmaculados de la nieve que adornan sus escarpes.
Nos ponemos en camino. Esta vez no hay senda que seguir, solo las huellas y la buena traza en la nieve ya dejada por otros grupos en la aproximación y subida en dirección al Collado Bermejo. Dicho collado es el punto más alto de comunicación entre el Valle del Jerte, La Vera y este lado norte de la Sierra de Gredos. El P.R. AV-47, ya en la parte sur de la sierra, sería la continuación del P.R. AV-17 si los enlazáremos por en medio de la alta sierra y por el paso del mismo Collado Bermejo. Fabuloso. Aunque las señalizaciones de las marcas acaban en el refugio, y por el otro lado no llegan al nombrado collado. Nosotros seguimos en dirección a este collado… hasta el próximo punto donde tendremos que girar…
La dirección es sur, suroeste valle arriba, al principio con no mucha pendiente pero más adelante las laderas empinadas del Circo de Gredos en busca de las alturas del Collado Bermejo, será lo predominante del recorrido. Poco a poco las vistas de la sierra comienzan a descubrirse con las crestas y torres como protagonistas, entre ellos los Tres Hermanitos con esos pináculos o rocas que casi mágicamente se mantienen en pie con poca base para sostenerse sin caer. Impresionante.
Estamos subiendo por las laderas y pendientes del Circo de Gredos. El Circo de Gredos rodea y engulle el centro de la alta montaña de la Sierra de Gredos, dejando la Laguna Grande y la Hoya Antón como el centro de dicho circo; y todas las alturas al sur, sureste y suroeste, cerrando el lugar en forma de circo. Entre los picos y alturas que forman ese circo, está el mismo Almanzor, Cuchillar de Navajas y el mismo Collado Bermejo (que queda entre el Almanzor y el nombrado cuchillar).
Justo cuando ya nos estamos acercando a la parte más alta del Collado Bermejo y el terreno es inclinado de consideración, nos desviamos hacia la derecha por otra sendilla, en este caso por la abundante nieve en esta zona más resguardada, nos encontramos con una traza que serpenteará entre los escarpes, pasillos y repisas de las paredes de la montaña, en busca de otro collado, otro Portillón, más alto y mucho más empinado para llegar, que es el Portillón del Crampón. Un auténtico paso de alta montaña, en el que las condiciones pueden ser excepcionales de hielo o nieve dura en una pendiente de más de 45º, en época invernal. Por suerte ahora la nieve está blanca, se pisa bien y abajo está el terreno de la senda, firme y en zigzag buscando rápidamente las alturas de Gredos.
Una vez llegamos al Portillón del Crampón, alrededor de los 2.500 metros de altura, ya estamos en la cima de la Sierra de Gredos, ya vemos la vertiente sur, la cual ahora tiene un espléndido y blanco mar de nubes que cubre parte de la meseta sur de la Península Ibérica. La pala o ancho corredor que sube al Portillón del Crampón es empinado y casi vertiginoso. Pero te quedan las vistas del impresionante Cuchillar de Navajas a la espalda mientras subes, y parte de la encrespada, y escarpada cima de la Sierra de Gredos hacia el este.
Desde este punto solo hay que, cómo rodear algún perfil de la propia montaña que queremos subir, llegar hasta la base de la misma por su lado que mira al sur, al mar de nubes, y subirla; y por una especie de ancho y maltrecho corredor, chimenea, llena de obstáculos e igual o más empinado que subir al Portillón del Crampón. Alrededor queda alguna aguja, gendarme que guarda el camino para subir al Almanzor y hace que las vistas sean más bonitas con un paisaje más alpino de roca granítica y altiva.
La subida nos es de muchos metros, pero lo suficientes y severamente escarpado, empinado, como que para bajar extrememos las precauciones. Y así, por este paso entre los riscos y paredes del pico, llegamos a la pequeñísima y escarpada cima del Almanzor, a 2.592 mts. de altura. Pequeñísima porque parece que apenas cabemos todos en esa laja lisa de roca que es la cima. Justo cuando subes el ancho corredor, la cima de la derecha.
El sol y el buen día nos siguen acompañando junto con el nombrado mar de nubes que por su misma blancura, refleja la luz del sol y parece te deslumbre con su fuerte luminiscencia, resplandor. La nieve abunda en las cimas de la sierra, pero no como en lo debería hacer en invierno… aún estamos a mitad del otoño. Las vistas hacia el Cuchillar de Navajas y el resto de crestas y escarpados, agrestes picos, que siguen la cima de la sierra hacia el este, son increíbles y espectaculares. Realmente es una zona fantásticamente escarpada y muy alpina esta parte de la Sierra de Gredos. Precioso.
Todos los compañeros del viaje hemos hecho cima: Gabi, Adrián, Fernando Pérez, José Vicente, Pepe Díaz, Miguel Ángel… pero no cabemos todos en ella y debemos bajar en busca de una repisa o mirador para poder comer algo, las mieles del triunfo… a la vez recuerdo que llegaron dos montañeros, uno joven y otro de mediana edad, que saltaban entre las peñas y precipicios como si fueran por el pasillo de su casa, poniéndonos los huevos por corbata y cerrando los ojos con un guiño, cada vez que veíamos una de sus acrobacias.
Decidimos bajarnos a la base del pico, y hay que bajar por el mismo sitio que hemos subido, por ese maltrecho corredor o paso entre las paredes para llegar a la cima. Pero decidimos sacar las cuerdas y rapelar este paso para bajar más cómodos y rápidos de la cima del Almanzor. José Vicente “Monín”, nuestro escalador especialista (como Fernando Pérez “Bolaga”, no puedo nombrar a un escalador y dejarme al otro) prepara una reunión entre las rocas de arriba, pasando las cuerdas por ellas, unidas con un nudo debidamente preparado para ello, y dejando caer las puntas corredor o chimenea abajo. Y por aquí bajamos en plan pasamanos. No hacía falta sacar ochos ni descensores…
En la base de la montaña y antes de girar al Portillón del Crampón que quedaría a la izquierda según bajas, nos desviamos pocos metros a la derecha para buscar una roca, en una zona menos escarpada e inclinada, para sentarnos a comer tranquilamente todos. Y así celebrar el éxito de llegar a la cima más alta del Sistema Central, de la Sierra de Gredos. Justo mirando al sur, hacia el espumoso y algodonoso mar de nubes que se esparce entre Castilla La Mancha y Extremadura. Excepcional.
Pero ya debemos volver. Pasaremos otra noche en el Refugio Elola o Laguna Grande. Para volver solo hay que desandar el camino, o sea, pasar por el Portillón del Crampón y bajar por la sinuosa senda o traza en la vertical pendiente del mismo, hasta encontrar la traza en la nieve que viene del Collado Bermejo. Y una vez encontrada dicha traza seguir en dirección norte en busca de rincones más llanos o menos abruptos, escarpados y empinados, hasta las puertas del nombrado refugio poco más arriba de las orillas de La Laguna Grande de Gredos.
La bajada desde la parte alta del Portillón del Crampón es tan vertical que tenemos que usar las manos para mantener el equilibrio y pegarla al terreno; mientras sendos muros nos guardan a lado y lado del largo corredor o paso que nos sube o baja, entre la base del pico Almanzor y la traza o senda que desde el Refugio Elola sale en dirección al Collado Bermejo.
Ya estamos en el Refugio Elola. Descansamos un rato y después, lo que queda de tarde, lo decidimos pasar escalando o rapelando en una gran roca que hay cerca de él con algún seguro en la misma; como si estuviera preparado para tal menester. Fernando, Gabi, Vicente y yo nos divertimos rapelando y escalando por los pocos metros de la vertical roca lisa; de esta manera también practicamos y entrenamos posiciones. Lo pasamos bien.
Al otro día partimos deshaciendo el camino de hace dos días en busca de los coches en La Plataforma. Dejamos atrás el Circo de Gredos con esas altas y picudas cimas, como la misma del Almanzor y el Cuchillar de Navajas que junto con Los Tres Hermanitos, fueron los protagonistas de nuestras miradas y admiración. Nos da tiempo a comer en las cercanías de Hoyos del Espino, disfrutando un poco más de estos paisajes y Sierra de Gredos que tanto nos ha gustado. Ya no he vuelto a visitar esta sierra, mi primera y única vez. Pero el recuerdo de la experiencia y de sus rocas encrestadas, ha quedado en mi memoria para siempre… igual decido volver para ver el pico de “eso moro Almanzor”.