Ya hacía unos 15 años que estaba subiendo montañas desde que aquella primavera del año 1.988 salí por primera vez con mi primo Miguel Ángel González. Y que mejor forma de celebrar que seguía subiendo montañas, e incluso grandes montañas, que subir aquella cima, aquel pico que subí siendo mi primera montaña: El Crevillente; La Vella. La cima más alta de la estupenda muralla que forma la Sierra de Crevillente.
Pero a la vez podíamos ampliar, admitir otras cimas, otros picos que tienen un especial protagonismo junto con La Vella, y son los picos de San Cayetano y San Yuri (o Juri), los santos de la Sierra de Crevillente. Ya que dan la sensación de ser un grupo, una familia, estas tres cimas: son independientes, sobresalientes e individualizadas entre ellas, superan los ochocientos metros de altitud y a la vez están cerca, como agrupadas, casi juntas, para, a la vez de dar una apariencia o sensación de ser montañas, cimas, individuales, también pertenecen a un club cuyos miembros son ellas tres solas.
El resto de cimas, cimitas, montañitas, de la Sierra de Crevillente parece que quedan en un segundo plano, como secundarias si las comparamos con esta increíble y perfecta asociación. Es más, desde la lejanía y mirando hacia el corazón, las cimas más elevadas o sobresalientes de la sierra, solo descubres, vislumbras o diferencias las moles de estos tres picos, comenzando por La Vella a un lado, siguiendo por el picudo San Cayetano al otro, y acabando por el redondeado San Yuri en medio.
Es por ello que en una mañana, a parte de poder hacer una de estas tres cimas, también podíamos hacer las tres sin problemas; y fue hasta pasado un tiempo que no se ideó una actividad que de tanto en tanto se hacía, y que consistía en salir de la Ermita de San Cayetano, subir el San Cayetano, subir el San Yuri, bajar al camino que une Crevillente con Hondón de Los Frailes, subir a La Vella por el camino que luego se asfalta y llega a la cima, y bajar por la senda del cordal cimero que mira hacia el oeste, y seguir el camino o senda que desde la Ermita de San Cayetano se acerca a La Vella, para de nuevo acabar en la Ermita de San Cayetano. Una genial circular.
Ese año, el 2.003, el año en que conquistaríamos la montaña más alta de Europa y nuestro primer cinco mil, hizo un calor inusual ya desde principios de mayo; y fue justamente a principios de este caluroso mes de ese año, que mi compañero de montañas altas y medianas Jesús Santana, junto con Juanma Manzanera y su amigo de Almoradí, decidimos escaparnos un domingo hacia la Sierra de Crevillente, hacia la Ermita de San Cayetano, para realizar esta extraordinaria y fantástica circular. Y de este modo también, celebrar conmigo esos 15 años de montañismo que ya llevaba encima, coronando la cima de aquella que fue mi primera montaña: El Crevillente (La Vella).
Pero gran parte de este recorrido ya está descrito a trozos en otros relatos y actividades realizados en esta magnífica montaña que es la Sierra de Crevillente: Primero seguiremos los pasos del recorrido o ascensión al San Cayetano desde la Ermita del mismo nombre. Hace un día cálido con mucho sol y la manga corta se impone en las vestimentas de los compañeros. Seguimos esa senda medio boscosa pero encantadora casi metida en el barranco que viene del San Cayetano para acercarnos a su base. Y una vez en su base giramos subiendo hacia el collado que lo separa del San Yuri, para, una vez llegados aquí, girar a la izquierda para buscar su cima por unas sendas que se internan en otro precioso bosquecillo, hasta salir a su rocosa cima.
Ya tenemos el primero de los 3 picos: el San Cayetano, mal y degradantemente llamado “Picatxo”; a 817 mts. de altura. Hoy la calima, el sol y el buen tiempo, crean una niebla a media altura que hace invisible el paisaje a larga distancia; aunque veamos nuestros próximos objetivos muy bien a media y corta distancia. Estas nieblas que parecen contaminación y no lo son, son típicas de climas de mucho sol y calor, como este clima Mediterráneo Subárido.
Les hago una foto de cima a los compañeros y seguimos nuestro camino hacía el segundo pico: el San Yuri. Como ya hemos cogido altura, solo tenemos que seguir hacia el este, bajando del pico, desandando lo recorrido, por el mismo cordal cimero o parte más alta de la sierra, que nos hace bajar del San Cayetano al collado antes subido, y seguir recto para subir entre sendas y pocos escarpes, internados en el fabuloso bosque de pino carrasco, hasta la fácil y siguiente cima, casi hermana del San Cayetano: San Yuri… o bien seguir la guía de aquellos Abanilla-Crevillente justo en la parte en que del San Cayetano se seguía hacia el San Yuri… fácil y rápido. Pocos minutos se necesitan.
Jesús Santana nos hace la foto de cumbre en la rocosa pero no demasiado escarpada cima del San Yuri, a 803 mts. Sigue haciendo un día soleado y casi caluroso. Al fondo queda la pequeña meseta rocosa del San Cayetano, con ese puente de roca, ese arco característico que queda casi escondido al comienzo de esa rocosa cima.
Para bajar e ir en busca de la siguiente y más alta cima de la Sierra de Crevillente, La Vella, tenemos que seguir el camino o ruta recorrida en los anteriormente nombrados Abanilla-Crevillente hasta la base de la montaña donde sale el camino que recorre toda la umbría, cara norte de la misma montaña y sube hasta su cima. Es bien sencillo: en un principio salimos de la cima hacia el este bajando por una senda bien marcada. Casualmente nos cruzamos con otra senda que recorre la parte baja de la cima, también rocosa, por su lado sur de solana; a pocos metros por debajo de ésta.
Enseguida la senda que baja y se interna en otra excepcional pinada de las partes de umbría de esta Sierra de Crevillente, acaba en un camino. Hay que seguir el camino hacia abajo y hacia el este en general, siguiendo sus curvas de bajada. Se nos puede aparecer otra ancha senda o camino de herradura que nos aparecería a la derecha en un determinado momento; se puede seguir por este, nos acercará aún más a la mole de La Vella. O bien seguir las curvas del camino principal de bajada que casi se desviará al noreste, alejándose de nuestro destino, e intentaremos seguir después de algún otro cruce, por algún camino que siga de bajada en dirección este, sureste. La idea es bajar al vallecillo o terreno más horizontal, debajo de la ladera, por el que cruza el antiguo camino que unía Hondón de Los Frailes con Crevillente por en medio de la sierra. Este camino lo nombramos en la excursión que hicimos con los niños del Colegio Canales y Martínez.
Una vez el camino que seguimos desemboque en el que queda abajo y principal, nos quedará a la derecha y sureste la mole de La Vella. Tenemos que seguir en dirección a ella por este camino, girando a la derecha, sur. Dejaremos las vertientes y laderas del San Yuri y nos acercaremos a las verticales y desafiantes así como reconocibles y singulares laderas de La Vella. A la derecha, mientras seguimos por este camino principal en dirección sur, sureste, se abrirá el valle o barranco que baja hasta la Ermita de San Cayetano, quedando a la derecha y norte, noroeste la mole del San Yuri con sus escarpes rocosos diferenciados como si fueran enormes arañazos de un gigante rabioso que quiso dejar una marca para este viejo mundo. Al fondo del barranco aparece la figura del elegante San Cayetano. Excepcional. Y al sur de esta cordillera, el barranco y otra mini cordillera que cierran este vallecillo por el sur: es el que llaman el Alt del Raig al sur del San Yuri, o La Mitjana al sur del San Cayetano. Montañas que sobrepasan o se acercan a los 650 metros de altitud.
Nos acercamos al vértice de la cresta o loma de la mole de La Vella que se acerca a este camino. Observamos como a la izquierda aparece otro camino que, a la sombra de esta mole, de esta montaña, sigue por toda su umbría y cara norte hacia el este. Giramos por este camino. A veces hay una cadena o los puestos para atar, cerrar el camino con dicha cadena. Y a partir de aquí y hasta la llegada a nuestro punto de partida, la misma Ermita de San Cayetano, seguiremos el mismo recorrido descrito en aquella mi primera ascensión o salida a una montaña, siendo La Vella. El Crevillente, esta montaña, mi primera conquista.
Con lo que solo hay que seguir el camino que más arriba se asfalta y hace una curva bastante cerrada justo antes de alcanzar la cima de La Vella con esa caseta, antenas, recinto cerrado y ese gran eje geodésico o pilón que parece una gigantesca tarta de boda, con sus capas, pero hacia arriba. Estamos a 835 mts. de altura. Alguien nos hace una foto a los 4. Recuerdo y celebro que hace 15 años subí por primera vez una montaña, y me inicié de esta manera en la pasión, sentido y forma de vivir que es la montaña… este que será el año del Elbrus.
El sol sigue calentando sin dejar que ni una nube empañe este día, como muchos otros en la montaña alicantina, de buen tiempo y estar agradable. Pero nos sentamos en una de las capas de “la tarta” a la sombra, para que ese mismo sol no nos queme o deshidrate el tiempo que nos toca descansar y admirar el paisaje, lo conseguido.
Ya debemos bajar y volver al coche, a la Ermita de San Cayetano. Como he dicho antes seguimos la guía plasmada en ese relato de mi primera cima, montaña, del Crevillente, La Vella… comenzamos bajando por toda la cresta o loma cimera de La Vella hacia el oeste. Por esa senda marcada en la roca o en el terreno. Hoy día se ha excavado otra senda que, desde casi el final de la cresta cimera, sale hacia el sur buscando la entrada o salida del camino que recorre por un lado el barranco o vallecillo antes descrito entre el San Yuri y esas montañas que lo cierran por su sur, justo cuando desemboca en el camino principal y antigua vía de unión entre Hondón de Los Frailes y Crevillente. Hace 15 años yo caía y resbalaba intentando bajar por esas mismas pendientes…
No hay pérdida. Después de bajar la cresta o loma cimera que desde la cima de La Vella sale hacia el oeste, bajando al camino principal, buscamos ese camino que después se convierte en senda que, desde dicho camino principal, nos comunica con la zona de la Ermita de San Cayetano. Siempre en dirección oeste, girando después hacia el suroeste, sur para bajar al escondido rincón de la Ermita de San Cayetano por esa senda marcada y señalizada.
Acabamos aquí otra ruta y recorrido por esta cercana, antigua y conocida Sierra de Crevillente. Celebrando y recordando esos 15 años subiendo montañas, subiendo y visitando aquella que fue mi primera montaña: La Vella, el Crevillente. Pero seguro que podremos encontrar y disfrutar de muchos otros recovecos, escondrijos y rincones sin visitar o descubrir, con otros recorridos y rutas por esta magnífica y curiosa Sierra de Crevillente. Recuerdos, nostalgia y sol.